La versión tope de gama del 911, el Turbo S está disponible tanto en variante Coupé como Cabriolet, ambas propulsadas por un nuevo motor bóxer de 3.8 litros con dos turbocompresores de geometría variable VTG (Variable Turbine Geometry) que tiene una potencia de 650 caballos, lo que supone 70 CV más que su antecesor. El par máximo es ahora de 800 Nm (50 más). Con la transmisión Porsche Doppelkupplung (PDK) de doble embrague y ocho velocidades específica del Turbo, acelera de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos (0,2 segundos más rápido que antes) y su velocidad máxima se mantiene inalterada en los 330 km/h. Pero, ¿cómo consigue estas prestaciones récord?

Demostración tecnológica

Tal y como señalan desde la propia Porche, el 911 Turbo S tiene un motor completamente nuevo basado en la generación actual del 911 Carrera. Monta un intercooler rediseñado, nuevos turbocompresores VTG de geometría variable más grandes, con una disposición simétrica y válvulas de descarga reguladas de forma eléctrica, así como de inyectores piezoeléctricos que mejoran considerablemente el funcionamiento del vehículo en lo referente a respuesta, potencia, par, emisiones y capacidad para subir más rápido de revoluciones, algo definitivo en un coche de estas características, 100% deportivo.

Asimismo, el motor de seis cilindros tiene un nuevo sistema de admisión de aire y se han cambiado los recorridos del aire de entrada y del que se dirige a la refrigeración para el intercooler. Así, parte del flujo ahora llega a través de las tomas laterales características del modelo Turbo. Además, enfrente de los filtros de aire, que se han colocado en las aletas traseras, se han incorporado también otras dos tomas sobre la rejilla del portón trasero. Esto significa que el nuevo 911 Turbo S tiene cuatro tomas de admisión con una sección transversal más grande y con menor resistencia, lo que contribuye a mejorar la eficiencia del motor.

Válvulas de descarga

También dos turbocompresores simétricos con turbina de geometría variable (VTG) y mayores dimensiones reemplazan a los anteriores. Las aspas del compresor y de la turbina ahora giran en sentidos opuestos.

El diámetro de las aspas de la turbina se ha aumentado en cinco milímetros, hasta los 55 mm, mientras que el de las aspas del compresor crece tres milímetros para llegar a los 61 mm. Por su parte, las válvulas de descarga están controladas eléctricamente mediante motores con distintas fases.

Eso sí, toda esta demostración tecnológica tiene su precio, 249.963 euros para el 911 Turbo S Coupé y El cabrio 265.439 para el Cabrio.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.