El mercado chino no para de crecer, y es algo que los fabricantes de automóviles tienen cada vez más presente. El último destinado al gigante asiático es el Infiniti Q50L, la nueva variante de batalla larga de la berlina deportiva Q50, que gracias a una mayor distancia entre ejes ofrece más espacio y comodidad para los pasajeros que viajen en las plazas traseras.
Con este modelo, Infiniti continúa avanzando con su estrategia para adaptarse al exigente mercado chino, de esta forma, además del Q50 de batalla larga, la marca nipona cubrirá las necesidades de su país vecino actualizando la berlina Q70L, que se lanzará también en Estados Unidos y Canadá.
Su debut se producirá en el Salón del Automóvil de Chengdu. Contará con un alto nivel de acabados, en los que predominarán los adornos de lujo y deportivos, ofreciendo una amplia gama de opciones personalizadas para satisfacer las exigencias de los clientes premium. Las primeras unidades llegarán a los concesionarios a principios de noviembre.
Además de ser exclusivo para China, el Q50L también será el primer modelo de Infiniti fabricado dentro de ese país. La producción se llevará a cabo en la fábrica de Xiangyang, en la provincia de Hubei, y será la cuarta planta más importante de la firma a nivel mundial. La apuesta por este país se produce en un marco de rápido crecimiento económico, por lo que ha pasado a considerarse un centro de referencia para la división de lujo de Nissan. A modo de referencia, las ventas para la marca han crecido allí un 130% durante los primeros seis meses de 2.014, con un total de 14.000 vehículos vendidos.
El lanzamiento del Infiniti Q50L es el siguiente paso en el plan de crecimiento global de la compañía, y subraya su determinación de convertir a China en el segundo país con más volumen de ventas para la marca, buscando así una mayor presencia global.
El Q50L tiene una longitud total de 4,85 metros, y será el modelo de su segmento con más espacio para las piernas en las plazas traseras. El encargado de propulsarlo será un motor gasolina de cuatro cilindros y dos litros que gracias al turbo entregará 211 caballos de potencia y 350 Newton metro de par motor. Equipará una transmisión automática de siete velocidades con posibilidad de cambiar también manualmente.
Dentro del habitáculo la tecnología será protagonista, destacando una pantalla táctil denominada InTouch HCI, o el nuevo sistema de audio Bose Studio con 14 altavoces, además de las luces de ambiente que cambian según el estado de ánimo de los ocupantes, y otros elementos que cumplirán con las necesidades de los clientes chinos más inconformistas.
