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Ford anunció el pasado jueves que retrasará la producción de un nuevo SUV eléctrico de gran tamaño que, inicialmente, tenía previsto lanzar en Estados Unidos para 2025. La salida de este proyecto de vehículo eléctrico de segunda generación se pospone ahora a 2027 mientras el fabricante del óvalo, en el mercado norteamericano, modifica su enfoque prioritario hacia los modelos híbridos.
Según la propia Ford, el cambio en el lanzamiento de este modelo eléctrico no afecta a su compromiso como marca para con la automoción eléctrica. Dicho esto, la firma sí cree que el mercado del vehículo eléctrico necesita seguir asentándose antes de que este nuevo producto llegue a él. Asimismo, de aquí a 2030 se comprometen a ofrecer motorizaciones híbridas en toda su gama norteamericana. Por el momento, Ford no ha declarado ningún cambio en sus planes para Europa, y su gama en el Viejo Continente debería ser 100% eléctrica en 2030. De hecho, aquí acaba de iniciar la comercialización del nuevo Explorer, el cual todavía no se vende al otro lado del Atlántico.
El año pasado, Ford anunció que planeaba retrasar o, directamente, cancelar parte de sus inversiones en vehículos eléctricos, valoradas en 12.000 millones de dólares, debido a los desafíos del mercado de las cero emisiones. Un cúmulo de dificultades que incluyen los mayores costes de producción asociados a la construcción de eléctricos, así como los bruscos cambios de ritmo del mismo mercado. Hasta los últimos reajustes de precios en EE UU, la marca encontró dificultades para dar salida a los Mustang Mach-E y F-150 Lightning, cuya producción perdió la pasada semana a dos tercios de sus trabajadores.
Las primeras informaciones sobre el nuevo SUV eléctrico de Ford se remontan a mayo de 2023, cuando su CEO Jim Farley dejó caer algunos detalles sobre un próximo modelo eléctrico de siete plazas. Este vehículo tendría una filosofía muy distinta a los típicos SUV Ford norteamericanos como los Explorer y Expedition, con una aerodinámica mucho más cuidada y una menor altura libre al suelo. En los planes de Ford también figuraba conceder prioridad a la eficiencia energética por delante de la autonomía pura y dura, lo que permitiría utilizar un paquete de baterías más pequeño y barato. Este vehículo se ensamblaría en una de las plantas que Ford posee en Canadá.
Aun así, este año está siendo interesante para los eléctricos de Ford. En su mercado doméstico, la marca ha vivido un repunte en las ventas en lo que llevamos de 2024, un crecimiento del 86% respecto al año pasado. Igualmente, los electrificados están vendiéndose bien, con un interesante incremento del 42% en las ventas de sus híbridos. Híbridos que son más baratos de producir que los eléctricos, y suelen venderse en volúmenes mucho mayores.
Desde la perspectiva de los negocios, la decisión de Ford de abrazar los híbridos en lugar de volverse 100% eléctrica de golpe tiene su sentido, y a los compradores parece no disgustarle. Independientemente de que otros fabricantes sigan o no sus pasos, parece que los del óvalo azul miran ahora al coche eléctrico con algo más de prudencia.
Born and raised in Metro Detroit, associate editor Lucas Bell has spent his entire life surrounded by the automotive industry. He may daily drive an aging Mustang, but his Porsche 944 and NB Miata both take up most of his free time.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
