Se dará a conocer en el próximo Salón de Frankfurt, Alemania, de mediados de septiembre. Todavía quedan dos meses y medio por delante, pero Renault no ha tenido otra opción que hacer público el lavado de cara al que ha sometido al Koleos, su todoterreno compacto desarrollado a partir del exitoso Nissan Qashqai. Los cambios son escasos en la carrocería y en el interior, al igual que ocurre con la oferta mecánica, donde habrá novedades enfocadas al ahorro energético.
Para empezar, en el exterior, llama la atención el nuevo frontal, en la línea de la berlina Latitude, con unas ópticas diferentes, una parrilla cromada más grande, una defensa en la parte baja del salpicadero rediseñada y antinieblas diferentes. En el lateral, los espejos retrovisores son ahora son más pequeños e incorporan los intermitentes y pequeños salientes en la parte alta de la carcasa, enfocados a optimizar el flujo del aire a alta velocidad. En la zaga, no hay retoques de ningún estilo.
Si pasamos al interior, los tapizados de los asientos son más agradables al tacto, según la nota de prensa de Renault, junto con acabados de una calidad superior y dispositivos hasta el momento no disponibles (como los Hill Start Assist y Hill Descent Control, ambos de serie en las versiones 4x4). El cuadro de mandos sí que recibe una redistribución de la información con una iluminación específica y un cromado exterior de las esferas más llamativo. Estos cromados también se aplican a la consola central en la que hay reubicación de de los mandos de la radio y de la climatización.
En el apartado mecánico, se ofrecerá la opción de las tracciones 4x2ó 4x4, según versiones, y motores que, tras una serie de retoques en la centralita y otros elementos, reducen sus consumos (no especificados) y, por tanto, las emisiones de CO2 a la atmósfera: en gasolina, un único 2.5 de 170 caballos, mientras que los Diesel serán sendos 2.0 dCi de 150 y 170 caballos (12% y 5% de reducción de emisiones respectivamente).
