El pequeño Alfa equipa desde hace unos meses un motor más económico y se plantea como una opción interesante por consumo y respuesta para desenvolverse con estilo, eso sí, en ciudad mejor que en carretera.

La primera experiencia de Alfa Romeo en el segmento de los coches pequeños o sub-compactos, además de brillantes mecánicas con la grinta -como dirían los italianos- que se supone a un Alfa, cuenta con versiones más humildes pero económicas en cuanto a consumos orientadas a los usuarios que vayan a hacer vivir su coche fundamentalmente en un entorno urbano.


Conducción

El tacto de conducción es deportivo gracias a las suspensiones firmes, las buenas maneras del bastidor, la calidad de tacto de la dirección (un poco extraña al principio a baja velocidad por ciertas reacciones del sistema de asistencia eléctrica) y los frenos, más que sobrados para las posibilidades del motor, lo mismo que los deportivos e incluso excesivos neumáticos Pirelli PZero de 215 milímetros de anchura opcionales de nuestra unidad.

Al volante ofrece una buena comunicación de lo que sucede en la carretera y la palanca de cambio controla con suavidad y precisión las seis relaciones de la caja manual. La marcha más larga sólo es útil en carreteras despejadas, pues el motor va muy justo de fuerza para mover un desarrollo realmente largo, aunque poco a poco y si no hay obstáculos va ganando velocidad y puede llegar a mantener cruceros notables para su potencia que, eso sí, se pierden en cuanto se suelta el acelerador aunque sea por un instante.

El sistema DNA es de serie y se trata de un elemento muy exclusivo, más aún para una versión por debajo de los 100 caballos. Un mando cromado situado a lado de la palanca de cambios permite variar la respuesta de la dirección, del acelerador y de los sistema de ayuda a la conducción para adaptar ligeramente el comportamiento a gusto del conductor. Las tres opciones disponibles son Dynamic, Normal y All Weather (este último pensado para conducir sobre firme deslizante) y ciertamente según la que se seleccione se aprecia una ligera variación en la respuesta de estos elementos, aunque no suponen ganancia de potencia/prestaciones ni mejora del agarre en términos generales: es un sistema que actúa sobre el “tacto” de estos elementos pero no sobre su rendimiento, salvo en el caso del control de tracción (ASR) y estabilidad (VDC), que según el programa son más o menos intrusivos. En el caso de la dirección dispone de un programa que endurece el volante para sugerir al conductor la trayectoria ideal y evitar el derrapaje de las ruedas delanteras cuando los sensores del control de estabilidad detecta que la orden enviada desde el volante no es no es la mejor de cara a la estabilidad.

El pequeño motor es alegre a la hora de subir de vueltas pero carece de consistencia por su escasa cilindrada, esto es lógico. Se nota sobretodo en marchas largas, cuando el Par disponible se queda escaso para mover el coche con brillantez. Sin embargo en ciudad la respuesta es correcta y se desenvuelve con soltura acelerando entre el tráfico de forma que hace parecer que el voluntarioso motor puede con todo... pero no hay que engañarse: en el momento que las calles de la ciudad se conviertan en carreteras su andar con respecto a otros coches ya no resulta tan bravo.


Seguridad

Cinco estrellas en las pruebas EuroNCAP son una buena referencia, al menos para estar en línea con la norma de la categoría porque cada vez son menos los coches a la venta que no obtienen esta calificación. Sin embargo para niños no está al máximo nivel, con tres estrellas sobre cinco, si bien ningún rival ofrece más de cuatro estrellas.

Algo que no mide EuroNCAP es la seguridad activa, que es la que se refiere a la capacidad del coche para evitar que se produzca un accidente. En este sentido no hay coches de su potencia y tamaño que frenen mejor o que ofrezcan una estabilidad tan notable como el Mito, que además cuenta conel sistema DNA para mejorar el tacto en situaciones adversas.


Confort

El Mito goza de unos asientos realmente cómodos que permiten pasar muchas y buenas horas a bordo gracias al diseño ergonómico y a la sujeción lateral que proporcionan sus flancos esculpidos, con los que tanto conductor como pasajero quedan “encastrados” en el coche. Detrás sucede lo mismo, al menos en nuestra unidad dotada de configuración cuatro plazas que poseía dos plazas posteriores muy marcadas. No obstante, es posible encargar un banco trasero para tres ocupantes de formas más suaves. Como vimos en Sexo a Bordo, estos excelentes asientos le pasan factura a la hora de para en sitios solitarios por la noche... y es que no se puede querer todo. Por lo demás es de los utilitarios menos amplios y se encuentra en la zona media-baja de una comparativa global en este aspecto, pero hay que hace otra lectura: ninguno de los que dispone de más espacio tiene ni su “clase” ni su nivel de acabados; y los detalles cuentan.

No es recomendable si vas buscando un utilitario que haga las veces de un coche más grande, para eso hay otros (más baratos, por cierto). Pero sí cumple para un uso generalmente en pareja y para poder sin problemas llevar gente detrás, que no se quejará ni siquiera en desplazamientos largos porque la distancia para las piernas es correcta lo mismo que la altura para las cabezas. Detrás hay que tener en cuenta que tres personas no irán cómodas a causa de una anchura limitada.

El maletero tiene una capacidad de 260 litros, unos 20 menos que la norma actual en la categoría. Sin embargo no es una mala cifra si asumimos que dado su carácter “chic” cede algo de practicidad en pos de la estética, y que esto mismo al Mini le cuesta mucho más ya que el británico se conforma con 160 litros para el equipaje. El acceso a la zona de carga no es muy bueno para introducir cosas pesadas o de gran volumen porque el portón queda alto y es estrecho. Además, su luneta elevada y estrecha hace que la visión trasera quede mermada en las maniobras de aparcamiento.


Ecología

Los 119 gramos / kilómetro homologados de CO2 lo convierten en uno de los elegidos por la conciencia ecológica actual y no paga impuesto de circulación. Por tanto nada que decir en este aspecto aunque sí matizar que hay que tener en cuenta que, como sucede en muchos modelos bendecidos por esta normativa -casi todos- sus bajas emisiones en las pruebas homologadas no son reales al ritmo de la circulación general en carretera nacional o autopista. En estas condiciones a los motores de baja potencia se les exige un esfuerzo elevado en relación a sus posibilidades que pasa factura en la cartera por encima de otros algo más potentes aunque también más sedientos en ciudad.

De ahí que consideremos este motor excelente para usar en la ciudad y alrededores, pero no si se prevé realizar viajes frecuentes por carretera. En este caso dentro de la gama Mito hay otro diésel de 1.6 litros de cilindrada y 120 caballos, más adecuado por respuesta y consumo para rodar por carretera aunque la cifra de 126 gramos / kilómetro le hacen subir su precio un 4’75% en concepto de impuesto de matriculación.


Valor de compra

El Alfa Mito es una opción exclusiva. Ya no por precio, porque es más barato que el Mini en cualquier posible comparación, sino porque la gran cantidad de utilitarios británicos que ha proliferado necesitaban una competencia real en la calle. El diseño es más moderno sin depender tanto de las reminiscencias que recargan al Mini y que pueden llegar a empalagar y al mismo tiempo posee esos toques de cara a la galería pero que tanto nos gustan a todos, como las ventanillas sin marco, el selector de comportamiento dinámico DNA o los detalles estéticos (pilotos traseros LED, parrilla prominente, matrícula delantera lateral...) muy estudiados.

Además tiene más espacio y maletero, lo que supone mejor servicio práctico. Dicho esto hay que reconocer que el Mini sigue siendo la referencia, aunque sólo sea por su excelente aceptación entre públicos muy variados, algo que le costará conseguir al Mito.

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