En el mercado de segunda mano se pueden encontrar todo tipo de automóviles y en raras ocasiones aparecen auténticas joyas sobre ruedas que muchos deciden comprar a modo de inversión, por lo que este Koenigsegg Agera RS Phoenix podría ser el candidato ideal para aumentar la cuenta bancaria de aquellos que puedan permitírselo.
Un coche único
Estamos ante un ejemplar que fue encargado originalmente por el conocido coleccionista de automóviles de Los Ángeles, Manny Khoshbin, quien reveló el pasado año que la cuantía abonada por este coche tan especial fue de 2,2 millones de dólares. Sin embargo, apenas cinco meses después de su compra decidió venderlo y con este movimiento consiguió embolsarse nada menos que 4,1 millones, de forma que obtuvo unos beneficios de 1,9 millones de dólares – 1,6 millones de euros al cambio–.
Lo que hace realmente especial al hypercar sueco es el tratamiento a base de fibra de carbono que exhibe su carrocería, adornado con exclusivos acentos de oro en distintas áreas. Estos toques dorados están presentes en el espectacular alerón trasero, la toma de aire personalizada ubicada en el techo, el capó, las aletas delanteras dobles, las pinzas de freno y las franjas laterales, sin olvidarnos del embellecedor de la salida de escape. Además, la tuerca central de las llantas y las insignias de Koenigsegg están chapadas en oro.
El tema de la fibra de carbono y el oro continúa en el interior con algunos elementos más destacados como, por ejemplo, las salidas de aire, mientras que las costuras de los asientos y el volante también lucen toques dorados. Así mismo, el salpicadero presenta un bordado único con el nombre 'Phoenix' y lo mismo sucede en los reposacabezas, con un exclusivo logotipo cosido.
1 MW de potencia
Si la estética del modelo sueco es realmente llamativa, también lo es lo que se esconde debajo del capó y es que Khoshbin decidió adquirir este coche con la mejora de potencia opcional de 1 MW, de forma que el V8 biturbo de 5.0 litros es capaz de arrojar sobre el asfalto nada menos que 1.360 caballos de potencia. La encargada de enviar toda esa energía a las ruedas traseras es una caja de cambios automática de siete velocidades, que solamente ha tenido que trabajar a lo largo de los 2.172 kilómetros que registra este vehículo.
El automóvil ahora está listo para cambiar de manos una vez más y se ha puesto a la venta a través de Pagani of Beverly Hills. El precio no ha trascendido.
