Curiosas imágenes las que nos llegan desde Estados Unidos donde un grupo de activistas, contrarios a la compañía de Elon Musk, han comenzado a bloquear sus puntos de recarga más rápidos. ¿Cómo lo hacen? Pues estacionando sus vehículos en las zonas reservadas para los mismos, coches que –digamos– no solo no son eléctricos ni ecológicos, es que son cualquier cosa menos pequeños y ligeros.
Este es el caso del Chevrolet Silverado que se encontró este usuario al tratar de recargar su Tesla Model X en un Supercharger ubicado en el parking de un hotel. Digamos que su conductor tenía una inmensa extensión para estacionar su pick-up, una mole de más de cinco metros de largo y 2,3 toneladas de peso, pero había decidido dejarla justo en frente de los famosos puntos de carga rápida de la firma californiana.
Por supuesto, no sólo lo había aparcado en un lugar reservado para los coches eléctricos, lo había hecho además en línea aprovechando toda la envergadura de su 4x4 para dejar inutilizados los dos supercargadores. Bien, pues con lo que no contaba este ‘hater’ de Tesla era con la valentía de uno de sus usuario y –quizá tampoco– con el poder de la mecánica eléctrica de estos coches que no emiten gases, pero entregan un par motor elevadísimo y desde muy bajas revoluciones.
Para inmortalizar el momento, el conductor del Tesla Model X no dudó en grabarse retirando con su coche el enorme pick-up de las plazas reservadas para los puntos de recarga. A eso le llamamos nosotros acción directa y no al vandalismo de algunos que aunque estén en su derecho de oponerse al coche eléctrico o a la compañía de Elon Musk, pierden toda la razón que puedan tener con sus formas.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
