En concreto, y de acuerdo con informe de gasto medio anual de las familias españolas facilitado por la administración, entre los años 2007 y 2012 hemos reducido nuestro gasto en compra de automóvil en un 62,66%, pasando de destinar 1.890,8 euros anuales a sólo 706.

Curiosamente, este dato encaja perfectamente con la reducción de las ventas de automóviles en nuestro país, que ha pasado de 1.700.000 en su mejor ejercicio a las 700.000 de 2012, cifra similar a la que se contempla para 2013.

Hay que tener claro el cambio de raíz en nuestro patrón de comportamiento automovilístico, pues además de retrasar la renovación de nuestro automóvil, cuando lo hacemos optamos por modelos mucho más económicos e incluso por marcas low cost como Dacia, que ha logrado posicionar al más pequeño de sus modelos, el Sandero, como vehículo más vendido de nuestro país durante algunos meses.

Motor vehicle, Tire, Automotive mirror, Mode of transport, Blue, Product, Transport, Daytime, Vehicle, Automotive design, pinterest

Por su parte, el coste por utilización de vehículos personales también se ha reducido, aunque de forma mucho más moderada, puesto que esta partida contempla el combustible, cuyo aumento de precio de los últimos años se ha reflejado de manera inevitable en nuestro bolsillo.

En este caso, y también ente los años 2007 y 2012 hemos disminuido el dinero que destinamos al mantenimiento y uso de nuestro coche en un 3,55%, pasando de 2.302 euros en 2007 a 2.220 en 2012.

De la misma manera la partida presupuestaria de nuestra nónima que destinamos al transporte público ha bajado un 1,65%, partiendo de los 400 euros de 2007 y quedándose en 394,3 en el último ejercicio.

Dejando de lado el terreno automovilístico descubrimos cómo la crisis y los problemas laborales están modificando nuestros hábitos de vida y consumo de manera muy profunda, pues mientras que en el último año el consumo de las familias descendió en un 3,4%, esta cifra alcanza el 12% si analizamos el acumulado desde 2007 –fecha en la que se sitúa el inicio de la crisis–. De esta manera, si en 2012 una familia media gastaba 32.000 euros/años, esta cifra se ha situado en unos frugales 28.151 euros en 2012.