El informe de la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA) pone de manifiesto que en 2012 se produjo un notable incremento, del 20%, de los intentos de fraude de baja cuantía (hasta 500 euros), "lo que es compatible, pero no justificado, con el actual escenario de crisis", se señala en un comunicado. Las aseguradoras, en previsión de este aumento de fraude, habían incrementado la inversión en detención y prevención del mismo respecto a los años precedentes. Además, del total de los intentos de casos de fraude, la mayor parte correspondió a automóviles, con 107.790 casos.

Así, en 2012, las aseguradoras destinaron a este concepto más de 9,5 millones de euros, el 18,3% más que el año anterior. Los mismos datos presentados ponen de manifiesto que por tipología de fraude, en el seguro de automóvil y en los seguros personales, los intentos de estafa más habituales han sido la ocultación del daño o la preexistencia del mismo, como intentar contratar un seguro después de haber sufrido un accidente. En seguros diversos, el 31% de los fraudes correspondió a siniestros simulados.

Por último, ICEA ha explicado que se consolida la utilización de internet y de las redes sociales como una herramienta útil para la detención del fraude.