A principios de años ya pudimos ver la nueva generación del Hyundai Ioniq. Un modelo que se ha hecho un hueco en el mercado con su propuesta de sedán ecológico que cuenta además con propuestas para todos los gustos: híbrido, híbrido enchufable y eléctrico puro. Ahora le toca el turno a la tercera, la que faltaba por llegar, que aterriza con todas las novedades que ha traído esta nueva generación a nivel tecnológico y estético además de una esperada mejora de su autonomía.
El artífice de esto es un nuevo pack de baterías de una mayor capacidad, concretamente de 38,3 kWh, una mejora de más de 10 kWh que se traduce en una autonomía en ciclo WLTP que ahora alcanza los 293 km, casi 100 km más que en la generación anterior. El motor también recibe un ligero aumento de potencia que ahora alcanza los 100 kW (136 CV) y 295 Nm de par máximo.
Junto a esta mejora en las baterías y el motor también encontramos progresos en el sistema de carga con un nuevo un cargador integrado de 7,2 kW que reemplaza al anterior de 6,6 kW. Haciendo uso de un punto de carga rápida de 100 kW en solo 54 minutos tendremos el 80% del coche cargado.
Por lo demás estamos ante el mismo coche que ya conocimos a principios de año, si bien estéticamente este Ioniq eléctrico se diferencia de sus hermanos gracias a una zona de la parrilla sin rejillas. Los nuevos faros Full LED, nuevos paragolpes o unas llantas de 16 pulgadas de nuevos tamaño hacen que en general la gama Ioniq haya ganado en modernidad y calidad percibida.
La evolución que ya vimos en sus hermanos se remata en el interior con un reforzado equipamiento tecnológico que incluye un nuevo sistema de infoentretenimiento con una pantalla táctil de 10,25 pulgadas compatible con Android Auto y Apple Car Play o el paquete de sistemas de asistencia a la conducción SmartSense. Llegará al mercado en el segundo semestre de 2019.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.