El trazado urbano de Buenos Aires fue testigo de la primera carrera entre coches autónomos de la historia, la Roborace. Estos bólidos, preparados para rodar a velocidades de hasta 300 km/h sin la asistencia de un piloto, habían levantado una gran expectación a nivel mundial pero no tardaron en mandarla al traste.
La carrera terminó en accidente y éste se produjo antes de que se completara la primera vuelta al citado circuito de Puerto Madero. Los DesvBot1 y DesvBot2 chocaron entre sí y acabaron estrellándose frente a la estatua de Las Nareidas, una escultura de mármol del año 1903 que afortunadamente estaba bien protegida para la ocasión.
Por si la escena no era lo suficientemente ridícula, un piloto tuvo que desplazarse hasta la zona para tomar los mandos del primer coche y devolverlo a boxes mientras que el otro, seriamente dañado, requirió la asistencia de la grúa. Por supuesto, varios de los aficionados que poblaban las gradas para ver la Fórmula E –carrera que comenzó a continuación y que te contamos aquí– se encargaron de filmar la escena y no dudaron en publicarla en sus redes sociales, algo que Autoblog Argentina no tardó en detectar y difundir.
La organización de Roborace no tardó en emitir un comunicado oficial al término de la carrera no sin sentido del humor, algo que valoramos positivamente. "Se ha hecho historia. Hoy, por primera vez, dos coches autónomos han competido juntos en un circuito urbano. DevBot2, cuando apuraba los límites de su inteligencia artificial ha tenido un incidente de carrera en pista, dejándole el triunfo a DevBot1. Ningún piloto resultó herido ;-)" Desde luego, esta última parece la mejor conclusión que puede extraerse después de todo lo sucedido.
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