Robert Kubica realizó un test privado con un GP3 durante el pasado miércoles en el circuito italiano de Franciacorta. El piloto polaco se subió a un monoplaza por primera vez en seis años (su última experiencia fue en los tests de pretemporada de Fórmula 1 en 2011) y completó más de 70 vueltas en el coche que puso en pista el equipo Trident. Recientemente, Kubica anunció que no disputaría el Mundial de Resistencia (WEC) y este test podría indicar que el expiloto de Renault tendría intenciones de volver a competir en monoplazas.

“Estoy muy contento de volver a las aguas donde he estado nadando durante tantos años y he decir que las sensaciones han sido geniales. Me sorprendí, porque tras tantos años las sensaciones con el asfalto y todo lo demás que recordaba han vuelto”, declaró Kubica tras finalizar las pruebas.

“Por supuesto que hay muchas cosas que puedo hacer mejor. En el aspecto físico y en otros se puede mejorar, pero mis límites están en un buen lugar. El test ha sido en condiciones complicadas, porque el circuito de Franciacorta es difícil y el GP3 no tiene dirección asistida, pero estoy contento de haber tenido esta oportunidad”, añadió el polaco.