Tras un inicio de temporada dominado por el equipo Mercedes y su extraordinaria unidad de potencia, la llegada del GP de Mónaco es esperada por Renault como el momento ideal para poder plantar cara de tú a tú a la firma germana, y así poner fin a una racha de cinco victorias consecutivas de la compañía teutona.

El responsable de operaciones en pista de Renault, Remi Taffin, ha reconocido que van al Principado monegasco con el objetivo de luchar por algo más que la tercera posición del podio, la mejor plaza alcanzada hasta ahora por un propulsor galo. Para ello, ha indicado que llevarán a esta cita diversas mejoras en materia de software, además de un nuevo combustible desarrollado por Total.

"Vamos a Mónaco decididos a entregar una unidad de potencia que pueda luchar por más que la tercera posición. Tenemos aún más actualizaciones de software por introducir después de una exitosa prueba en Barcelona, lo cual mejora aún más la facilidad de conducción y la fiabilidad de los sistemas. Del mismo modo, también hemos estado trabajando con nuestros socios, Total, para probar un nuevo combustible que debería entregar alrededor de 10 caballos más que antes, un aumento significativo. Si bien sabemos que tenemos una dura batalla por delante, estamos realmente preparados para el desafío".

Otro de los factores que debería jugar en favor de la unidad de potencia de la marca del rombo debería ser la peculiaridad del legendario circuito urbano, en el cual, tal y como ha reseñado Taffin, sólo se acelera al máximo durante un cuarto de la vuelta. Esto, además, hace que la manejabilidad del monoplaza cobre una mayor relevancia.

"Mónaco es uno de los pocos circuitos del calendario en que la potencia máxima no es crítica. Menos de 30 segundos (o menos de un cuarto de la vuelta) se da a todo gas, lo cual pone énfasis en la facilidad de conducción de todo el conjunto más que en el simple rendimiento. Dicho esto, no deberíamos confiar sólo en el rendimiento del chasis para los resultados. Tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos en nuestra propia tarea".

A pesar de la menor relevancia de los propulsores en esta cita del calendario, el directivo francés ha explicado que será de vital importancia conseguir un buen comportamiento de su producto, de tal modo que este ofrezca una buena respuesta en la entrada y salida de las curvas. Esto irá encaminado a conseguir que el piloto tenga plena confianza a la hora de encarar una vuelta entre las calles del Principado.

"Nuestro objetivo para esta carrera se ha orientado a la maximización de la capacidad de respuesta de las unidades de potencia. Hacemos esto mediante la exploración de los límites inferiores de la UP y gestionando los niveles de par en la entrada y salida de las curvas lentas para que el piloto obtenga la respuesta correcta cuando la necesite. De hecho, Mónaco es un circuito donde de verdad manda el piloto. Todo lo que hacemos está preparado para proporcionar al conductor el mejor coche que se pueda: tiene que confiar en que el coche va a hacer todo lo que quiere, que responda cuando quiera y entregue el par exactamente en el momento correcto. La curva clave será la Rascasse, donde el piloto simplemente besa las barreras, y la Piscina, en donde el piloto necesita frenar y luego acelerar de forma extremadamente rápida, con un movimiento del volante”.

Por último, en lo que concierne a la obtención de energía a lo largo de todo un giro, Taffin ha apuntado que esto no supondrá ninguna dificultad, ya que las frenadas abundan a lo largo del circuito de Monte-Carlo.

"La recuperación de energía es fácil con la cantidad de puntos de frenada. Las 19 curvas son todas tomadas en un promedio de menos de 100 kph y la MGU -K tendrán oportunidades más suficientes oportunidad de recargar", concluyó.