Red Bull y Daniel Ricciardo deberán decidir si penalizan en Interlagos. El motor Renault –denominado Tag Heuer- sufrió problemas de fiabilidad en México, por lo que el riesgo de volver a ponerlo en la pista es real. Sin embargo, una sustitución conllevaría una penalización de diez puestos para el ‘aussie’.
"Puede que tenga que recibir otra penalización, es probable. Podríamos evitarlo, pero probablemente nos exponga a no terminar. Tratamos de evitarlo la semana pasada, pero aún no sucedió. Probablemente no sea grande, pero si lo es, podría ser de diez posiciones. Hoy lo discutiremos. Si dicen que tiene un 10% de posibilidades de terminar la carrera con esto, entonces querré cambiarlo", asegura a Motorsport.com.
De todos modos, Ricciardo asegura que si las probabilidades de abandonar no son demasiado altas, arriesgará para montar el mismo motor que en México, con el objetivo de buscar un gran resultado que se ha resistido en las dos últimas carreras.
"Si es un 50-50 me arriesgaré. Tengo la sensación de que es menos del 50% de posibilidades, si tenemos las piezas, de lo que todavía no estoy 100% seguro. Al llegar el fin de semana, recibimos un informe previo a la carrera del ingeniero. Me dio un aviso, pes probable que tengamos que sancionar".
"Es lo que hay. No busco demasiado por ese lado. Si no termino, estaré decepcionado. Es frustrante cuando no terminas pero, desafortunadamente, es parte del deporte. Siempre va a ser así. A principios de año, cuando había conseguido los podios y la victoria en Bakú, hacia todo lo que podía. La oportunidad estaba frente a mi, así que la tomé. Bakú era una situación disparatada y la aproveché. Sé que estas cosas van y vienen. No es algo que ocurra todos los fines de semana. Es algo con lo que lidiar. Es frustrante, pero es el deporte en el que compito", concluye.
