El equipo Manor fue el último superviviente de la última hornada de equipos que entró en la Fórmula 1 cuando se sacaron a concurso cuatro nuevas licencias para equipos para entrar a competir en 2010. Tras esquivar la desaparición casi de forma milagrosa entre 2014 y 2015, Manor tenía todas sus esperanzas en el punto que Pascal Wehrlein consiguió en el Gran Premio de Austria. Desafortunadamente, Sauber consiguió más puntos en el caótico Gran Premio de Brasil, devolviendo a Manor al último puesto del mundial de constructores.

Esto resultó un mazazo definitivo para las aspiraciones del equipo, que pese a los numerosos contactos no fue capaz ni de encontrar un inversor ni un comprador que siguiera adelante con el equipo, entrando en concurso de acreedores en enero de 2017.

Antes, sin embargo, el equipo hizo efectivo el pago a la FIA de la cuota de inscripción para competir en la temporada 2017, algo que finalmente no hizo. Aunque la FIA, que como toda Federación, debe carecer de ánimo de lucro, generalmente no suele devolver este tipo de importes, sin embargo, en esta ocasión, “como gesto de buena voluntad”, la FIA ha decidido devolver el importe, restándole eso sí los costes administrativos.

Poco ayudará el alrededor de medio millón de euros de esta cuota al equipo Manor, pero sí será de ayuda a los acreedores que quedaron con cobros pendientes y que, tras subastarse los últimos bienes del equipo, ya daban por perdido ese dinero. Hay que recordar que, aunque Manor compite actualmente en resistencia, la empresa matriz es diferente, siendo Just Racing Services Limited la que gestionaba todo lo relacionado con la Fórmula 1.