Lo han intentado casi todo pero parece casi imposible. Conseguir dos puntos con los peores coches de la parrilla está reservado a los magos, Jules Bianchi, Marussia y Mónaco, absolutamente Inolvidable. Pero que Caterham logre puntuar en estas últimas carreras parece una quimera. Su temporada ha sido como un viaje en barco en plena marejada. No sólo por los resultados, que eran previsibles, sobre todo tras la venta del equipo por parte de Tony Fernandes, a un consorcio de inversores suizos y de Oriente Medio.

Y es que en la escudería británica el dinero está ausente y en el mundo de la F1 sin el dorado brillo de las monedas no eres nadie. La polémica ha llegado tras una publicación de Kamui Kobayashi, en su cuenta de Facebook, ya eliminada, en la que decía que consideró retirarse del Gran Premio de Rusia.

El japonés compartió una foto de la suspensión rota de su C05, que fue reparada, en lugar de ser reemplazada, para competir en Sochi. Sobre ella añadió, según la BBC: "Se ha comprobado varias veces, pero, aun así, ¡correr así da mucho miedo! Me quiero ir a casa ya".

Las declaraciones en su perfil privado, y no en una página pública, fueron confirmadas por el mánager del japonés, Chikara Funada, pero no todo acaba ahí. A principios de este mes varios agentes judiciales sustrajeron varios artículos de la sede de Caterham, en Leafield, a raíz de la salida fundador de Tony Fernandes y la llegada de los nuevos propietarios representados por el nuevo asesor del equipo, Colin Kolles. Para más inri, resulta que la empresa que diseña y construye los bólidos verdes, Caterham Sports Limited, se encuentra en un proceso de insolvencia.

"Como administrador, puedo controlar las máquinas en las que están trabajando, las computadoras, la fábrica, la propiedad intelectual…Si no hago un trato con 1MRT, (el equipo de F1 Caterham) el personal no tendrá nada en que trabajar y sus puestos de trabajo podrían estar en peligro", aseguró Finbarr O'Connell, que trabaja para la firma Smith y Williamson, en declaraciones al diario británico The Telegraph.

Se cree que el plan de la nueva administración de Caterham es llevar toda la operación, posiblemente, a las instalaciones de Kolles en Greding, Alemania, en las que se llevan a cabo los proyectos de F-3 y Le Mans, pese a las últimas declaraciones del jefe del equipo, Manfredi Ravetto, la semana pasada, que aseguraba que Leafield seguía siendo su base aunque están en busca de una alternativa mejor.