Pocas veces un error de estrategia se había pagado tan caro, y en el Gran Premio de Abu Dhabi de la temporada pasada Ferrari y Fernando Alonso lo descubrieron. Tras llegar líderes al trazado del Yas Marina Circuit, una parada en boxes antes de tiempo arruinó las posibilidades del español de hacerse con su tercer mundial.

A punto de iniciarse la nueva temporada, el 150º Italia y el RB7 están más cerca que nunca en cuanto a rendimiento, potencial y velocidad punta. Viendo la actuación de la nueva arma, Alonso quiere venganza. "En 2011 quiero la revancha del año pasado. Quiero que el título mundial sea mío a finales de año, y también en 2012, 2013 y así cada año. No hay otro objetivo", ha afirmado el bicampeón al diario alemán Welt am Sonntag, rotundo y seguro de sí mismo y de su escudería.

El piloto español también ha admitido que perder el mundial en la última prueba le costó "dos o tres días" para recuperarse de lo sucedido. "Pero luego tuve que hacer los entrenamientos de los neumáticos y estuve forzado a volver a la realidad", ha añadido Alonso.

Semanas atrás, el asturiano declaró que ganar no era obligatorio, incluso cuando se pilota el famoso bólido rojo. Cuando el periodista del Welt am Sonntag le preguntó sobre la obligatoriedad o no de ganar con Ferrari, Alonso contestó, "Es como una ley no escrita para Ferrari y para mí".

En una entrevista para el Corriere della Sera, el español ha asegurado que el objetivo de Ferrari en los entrenamientos invernales era "llegar a Australia por delante de todos". "Estamos empezando desde una posición más fuerte que la del año pasado. Veremos si es suficiente. Sé lo duro que es ganar un campeonato del mundo y estoy en el mejor lugar para intentarlo", ha concluido Alonso.