Codemasters nos trae la entrega anual del videojuego oficial de la Fórmula 1, en este caso, edición 2017, y que como en otras ocasiones es el único que puede presumir de usar los equipos y pilotos reales del campeonato de Fórmula 1, fruto de los derechos en exclusiva.
Esta nueva entrega llegó conjuntamente al anuncio de la creación de un campeonato de eSports que llevará al ganador a vivir una carrera del mundial desde dentro, además de disputar la fase final en el circuito de Yas Marina, mismo lugar de la última cita de la temporada de la Fórmula 1.
Este compromiso de Codemasters con el eSport hace más crítico si cabe encontrar el punto exacto en el que un videojuego cumpla las expectativas de los amantes del ‘simracing’ y que no por ello deje de resultar entretenido para un público casual que prefiere el mando tradicional a un volante. Para lograr este fin, F1 2017 afina entre diferentes ayudas a la conducción como puedan ser el frenado parcialmente automático, el dibujo de la trayectoria o diferentes grados de antibloqueo en frenada o control de tracción.
Las ayudas a la conducción, marcadas por nuestra pericia con el volante o el mando se ve complementada con un alto ajuste de la inteligencia artificial, que deberemos ir modificando a medida que seamos capaces de encadenar vueltas sin hacer una pequeña excursión por la grava o de que aprendamos el momento adecuado para realizar un adelantamiento sin perder tiempo.
Y todo esto por supuesto sin entrar en el complejo mundo de los reglajes personalizados, con los que podemos elegir varios predefinidos entre mayor o menor carga aerodinámica o pasar directamente a configurar a nuestro gusto cada uno de los parámetros del vehículo para encontrar la manera de ir más rápido con nuestro estilo de conducción.
Cualquier aficionado a las carreras pondrá sus miras rápidamente en el modo de juego que a priori debería ser el más entretenido, aquél que nos permite adoptar el rol de un piloto profesional y llegar desde lo más bajo hasta convertirnos en campeón de mundo. Para no enfadar a los más impacientes, el comenzar desde lo más bajo es relativo, y ya desde el principio no hay problema en seleccionar al actual campeón del mundo, Mercedes o al equipo con más aficionados, Ferrari, y afrontar junto a ellos una temporada completa del campeonato del mundo de Fórmula 1.
Comenzaremos como segundo piloto del equipo, y el mismo equipo así como nuestro agente personal nos irán poniendo retos en forma de resultados con el que ganarnos la confianza y el respeto tanto de nuestro equipo, y ascender así a primer piloto, como de otros equipos, que llegarán a ofrecernos un puesto en sus filas para próximas temporadas.
Aunque a todos nos gustan las carreras por encima de todo, el juego quiere incentivar la participación en entrenamientos libres, para lo cual cada fin de semana nos invita a realizar una serie de retos con los que el equipo recopila datos. Dichos datos acaban traduciéndose en puntos que luego podemos invertir en mejorar cuatro ramas distintas del vehículo, que difieren entre el rendimiento puro y la fiabilidad. La elección de qué mejorar deberá ser pensada con tranquilidad, pues aunque nada impide que lo mejoremos todo, marea pensar en la cantidad de temporadas que se deben completar para conseguir todos los puntos necesarios. Sin duda, una manera muy inteligente de mantenernos enganchados al juego y de buscar mejorar cada vez más y más.
Codemasters ha tenido muy en cuenta la actual reglamentación en lo referente a unidades de potencia, y tendremos que ser muy cuidadosos a la hora de completar kilómetros para no sobrecargar los distintos elementos y poder completar la temporada sin sanciones. Nosotros mismos debemos ser los encargados de decidir cuando montar nuevas piezas, si hacerlo para la carrera o usar esa caja de cambios que falla un poco únicamente para los viernes. Algo, que, si bien resulta sencillo, no es por ello menos entretenido, pues nos ayuda a meternos en la piel de los equipos, siendo nosotros los que tomamos el riesgo de usar esa pieza que está al límite o mejor ir sobre seguro y penalizar en parrilla.
Para la sesión de clasificación, el juego nos ofrece la posibilidad de elegir una modalidad reducida, donde solo tendremos que conseguir un tiempo, o de elegir el formato real, con sus tres clasificaciones diferenciadas, eligiendo el tipo de neumático que queremos para cada sesión. También el juego nos da a elegir si queremos la presencia de coche de seguridad real o de si queremos que las paradas en boxes sean totalmente automáticas o tomemos el control en el pit lane, con los consiguientes riesgos. Sin duda, una buena ristra de opciones de adaptar la experiencia a nuestro gusto y que se complementa con una alta variedad de comunicaciones entre piloto y muro mientras pilotamos y con las que resulta muy fácil entretenerse buscando un modo de ahorro de combustible y acabar en la grava. Sin duda, una sencilla manera de sentirnos muy pilotos.
Desafortunadamente y fruto de las limitaciones de la licencia de la FOM, el modo carrera acaba siendo monótono, teniendo que ser complementado con los modos de temporada rápida, retos que el juego nos propone para ser completados ya bien con coches modernos o con icónicos vehículos clásicos, y, sobre todo, el modo multijugador que tan esencial se ha vuelto en la actualidad.
Ganaríamos todos si la FOM abriese la mano y permitiese incorporar vehículos de Fórmula 2 e incluso Fórmula 3, haciendo el modo de carrera de piloto tanto más realista como intenso, y sobre todo, permitiendo tener nuestro propio equipo de Fórmula 1, jugar a la hora de fichar ingenieros con los que mejorar, o incluso un segundo piloto. Un modo de juego aún por explotar y que donde juegos de fútbol o baloncesto han sabido adaptarse, en Fórmula 1 aún queda pendiente.
Afortunadamente, esto no merma la experiencia del modo carrera ni evita que disfrutemos compitiendo sobre el mismo circuito sobre el que la Fórmula 1 corre el próximo fin de semana, así como esa socorrida carrera antes de dormir que tanto nos ayuda a liberar tensiones y a despejar la mente, amén de ponernos en ese escenario tan especial como un Mónaco o un Singapur con una copiosa lluvia, donde los gráficos de última generación nos transmitirán sensaciones difícilmente descriptibles. Y por motivos como estos, esperábamos este F1 2017 con ganas.
