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Vivimos en en una época de grandes cambios en el mundo del automóvil. Cambios que a los apasionados de los coches más deportivos como tú y como yo nos están obligando a ponernos en modo despedida y asumir que esta podría ser la última vez que estás frente a ese deportivo que un día te hizo soñar. Elementos como un cambio manual o un motor atmosférico son ya una rareza, y muy pronto también lo será un motor no electrificado.
Así estaba yo hace un año cuando conocí de primera mano al Lamborghini Huracán en Madrid. El superdeportivo V10 de la casa italiana, hasta la fecha el modelo más exitoso de Lamborghini con más de 25.000 unidades vendidas en sus ya 10 años de vida en activo, está afrontando su despedida que llegará definitivamente este 2024, cuando dará paso a un nuevo superdeportivo híbrido que ya no contará con el icónico V10 de la casa. El 10 cilindros también se ha convertido en una perla cada vez más difícil de encontrar en el mercado, con su primo el Audi R8 V10 también habiéndose despedido recientemente, de forma que ya podemos asumir que estamos ante los últimos días de un motor único. Una de las mejores melodías que puedes llegar a disfrutar en el mundo del automóvil y que en aquel primer baile bajo la lluvia ya se convirtió en una adicción sin remedio de la que me iba a costar despedirme.
Pero a veces la vida te da segundas oportunidades, y en lo que ya es sin duda la recta final de la vida de una familia Huracán que ha crecido considerablemente en miembros durante toda esta década, Lamborghini había preparado un último encuentro en el que estas excitantes máquinas de 10 cilindros pudieran ofrecer una última actuación a altas revoluciones. Y esta vez en su propia casa. En un espectacular viaje de 600 km por las carreteras italianas de Emilia-Romagna y la Toscana en medio de una estampa otoñal. Un road trip de ensueño como colofón al 60 Aniversario de Lamborghini celebrado durante 2023.
Un viaje diferente por Italia con la familia Lamborghini Huracán
Historia, emoción V10 y lugares de postal
Un viaje de ensueño que de hecho arrancó en el mismo corazón de Lamborghini, descubriendo la línea de montaje de los últimos Lamborghini, donde ya incluso está naciendo el nuevo Lamborghini Revuelto. La de Lamborghini como uno ya podía imaginar hablando de una marca de lujo como esta, es una factoría en la que todo se hace de forma más detallada y pausada que en una de una marca generalista, pero eso no significa que no se hayan puesto al día a nivel tecnológico ni hayan ampliado su planta especialmente tras la llegada de un Urus que ha hecho despegar notablemente a la compañía de Sant'Agata Bolognese, también en este 2023, alcanzando por primera vez la cifra de 10.000 vehículos entregados en un año. Qué mejor forma de celebrar tu 60 cumpleaños.
Aunque en un año como ese 2023 que ya hemos dejado atrás había que echar la vista atrás al gran legado que impulsó Ferruccio Lamborghini, asi que qué mejor lugar para hacerlo que visitando el Museo Lamborghini, recién reformado aprovechando el 60 Aniversario de la marca y acompañado en semejante ocasión de sus mejores joyas históricas de ayer y de hoy: El Countach original, el Centenario, el Miura, el Sesto Elemento, el Espada y hasta el pionero LM002 o los modelos de GT3. Una delicia para todo seguidor de la marca italiana.
Lamborghini Huracán Ultimate Drive
Pero basta de preliminares. Tras una noche en el exclusivo Palazzo de Varignana en la que incluso hubo tiempo para cenar dentro de un vagón real con más de 100 años de antigüedad convertido en un lujoso restaurante, iniciamos nuestro largo viaje por Italia con la actual familia Lamborghini V10. A nuestra disposición los Lamborghini Huracán STO y Huracán Tecnica, el descapotable Huracán EVO Spyder y como gran novedad, el brutal Lamborghini Huracán Sterrato.
Cualquiera de estos nombres por sí solo sería suficiente para generar una pequeña multitud a su alrededor, aunque en Italia estén más acostumbrados a encontrarse con coches como este, pero ver en persona por primera vez al Lamborghini Huracán Sterrato es algo realmente impactante y difícil de olvidar. Hay otros deportivos que han jugado con la idea del off-road, sí, pero ninguno ha tenido la loca idea de hacerlo con la forma de un supercar y con un motor V10 tras la cabina, acompañado de marcados guardabarros y otros espectaculares aditamentos. Es una de esas geniales ideas que solo ves de vez en cuando en marcas como Lamborghini.
A su lado el STO que me espera para conducir tampoco se queda atrás. Un Super Trofeo para las calles que también hace girar cabezas, y que aparte de su brutal estética de coche de carreras es sin duda la versión que más sensaciones y conexión con la carretera es capaz de ofrecer. Encender el botón de arranque bajo la tapa roja -como quien pulsa el botón del misil en un caza- te abre la puerta a una experiencia que se quedará en tu cabeza para siempre. El V10 de 5.2 litros atmosférico a 90º, que en este modelo alcanza los 640 CV y 565 Nm, despierta con rabia y tú no puedes evitar sonreír, y más aún cuando pisas con contundencia y el cuerpo se comprime contra el asiento báquet de fibra de carbono y alcántara mientras ganas velocidad de forma pasmosa.
Llega la curva, levantas el pié, accionas sus levas para bajar un par de marchas y el motor vuelve a subir de vueltas mientras su escape brinda unos deliciosos petardeos especialmente apreciables cuando nos atrevemos con el modo Trofeo, el más extremo. Aunque no crece en potencia, el STO ofrece una gestión de motor y cambio más agresiva que hace que se sienta más rápido, el V10 suena desatado y su dirección y suspensión te permiten leer el asfalto a la perfección. Así que mejor estar concentrado. Lamentablemente la lluvia se convirtió en una molesta compañera de viaje muy pronto, así que mejor confiar en el modo Pioggia, más enfocado a condiciones deslizantes, o el STO, el más “civilizado” y el ideal si como era nuestro caso tienes intención de viajar en este coche de carreras homologado.
Aunque como pude comprobar en mi primer encuentro el STO sabe desenvolverse de forma bastante digna con los obstáculos propios de la ciudad, la falta de aislamiento y ausencia prácticamente total de visibilidad trasera más allá de los dos retrovisores exteriores por su capó-motor cerrado y también de maletero hacen que no sea la opción ideal entre esta familia para un viaje, especialmente si el asfalto no está en buenas condiciones, aunque afrontar las sinuosas y espectaculares carreteras de esta zona de Italia teñida por los colores del Otoño con un coche con este nivel de precisión y capacidad de transmitir tanto lo que pasa en el asfalto es una auténtica delicia.
El Lamborghini Huracán Tecnica, por su parte, es el equilibrio perfecto sin dejar de ser un coche muy emocional. Hablamos de un modelo que mantiene los mismos 640 CV del STO y que no se queda muy atrás en peso, con apenas 40 kg más, para un total de 1.379 kg, gracias a haber heredado algunas de las soluciones aplicadas en el STO, pero ahora en un coche más apto para el día a día, incluso a nivel de visibilidad y espacio de almacenamiento.
Las sensaciones en efecto no distan mucho de las de llevar un STO, aunque son menos “crudas”. Incluso a nivel de prestaciones es apenas dos décimas más lento en el 0 a 100, pero algo de esa locura desatada del genial STO, por poco que sea, se ha dejado por el camino y al final si te gustan las sensaciones fuertes lo acabas echando de menos, aunque no tanto con el paso de los kilómetros, mientras poco a poco vamos abandonando el idílico paisaje toscano que todo el mundo tiene en la mente cuando piensa en este rincón de Italia.
Con la lluvia ya alejada aprovechamos que el tiempo está algo más aceptable para ponernos a los mandos del único descapotable de esta caravana V10. El Lamborghini Huracán EVO Spyder es el modelo más veterano de la familia y el más “convencional”, aunque lo cierto es que la fantástica experiencia de llevar un V10 atmosférico tras tu cabeza se acentúa aún más cuando puedes disfrutarlo sin techo ni cristales.
Además a diferencia de sus dos hermanos anteriores sí cuenta con tracción total, lo cual aportaba un extra de confianza en condiciones aún húmedas, a costa de unas sensaciones algo menos vivas y un peso mayor. Pero lo más sorprendente es que demuestra, especialmente en su modo de conducción Strada, que se puede llegar a viajar cómodo en un supercar como este, mientras se disfruta del espectacular escenario de carreteras de montaña a medida que nos adentramos en los Apeninos, donde también hay tiempo para parar de vez en cuando y disfrutar de sus espectaculares paisajes y localizaciones.
Y dejamos la nueva estrella para el final. Un Sterrato nacido para salir del asfalto, y aunque no hemos tenido la ocasión de probarlo en ese tipo de terrenos, sí descubrimos el interesante hecho de que es, de los cuatro presentes, el modelo más cómodo gracias a su mayor recorrido de suspensión y a su puesta a punto más flexible con el firme irregular. Y es que da igual si nunca sacas al Sterrato del asfalto. Su altura libre al suelo no es tan generosa como para soñar con saltar dunas o sortear grandes rocas, pero a cambio te ofrece ese punto extra de comodidad. También es el menos potente con 610 CV y el que ofrece un mapa motor menos agresivo, aunque aún puede brindar un 0 a 100 en 3,4 segundos y una buena agilidad y estabilidad a altas velocidades.
De hecho mantiene intacta su capacidad para meterse en las curvas como si las fuera a devorar y todas las sensaciones que es capaz de ofrecer el V10 siguen bien presentes. Es ruidoso y visceral, y además su extravagante aspecto hará que no pases desapercibido con él, ni siquiera entre otros Lamborghini. De hecho la presencia de un voluminoso snorkel sobre el techo hace que, como en el STO, la visibilidad trasera sea tirando a nula. Es, en resumidas cuentas, una deliciosa locura no apta para personas demasiado racionales.
Así, ya de regreso en Bolonia, finalizamos estos 600 km de viaje por Italia tras pasar por lugares tan alucinantes como Villa Campestri, una villa renacentista en pleno paisaje toscano a unos 35 km de Florencia en la que además hubo tiempo para experimentar una cata de aceites de oliva también Cava Valsora, una famosa y espectacular cantera dentro de los Alpea Alpuanos en la que se extrae el famoso mármol de Carrara, utilizado para algunas de las mejores obras arquitectónicas de Italia durante la época romana o incluso el famoso David de Miguel Ángel; y hasta el Passo dell'Abetone, una de las mejores carreteras de Italia, haciendo paradas en el Lago della Ninfa y el Monte Samone. Y qué decir de Forte dei Marmi y Villa Alpebella, una preciosa villa del siglo XVII totalmente reformada propiedad del mismísimo Andrea Bocelli -destacado seguidor de Lamborghini por cierto- que incluso ofreció un pequeño y exclusivo concierto a este grupo de invitados y conductores de supercar a tiempo parcial.
Un duro adiós
Un final que se hace duro porque también es, probable y tristemente, el "último baile" con el Lamborghini Huracán. El modelo V10 de Lamborghini ha sabido ser un espécimen único y especial entre los superdeportivos, con fórmulas propias como su su tracción total, un diseño afilado y espectacular y por supuesto su diez cilindros, con un sonido y sensaciones que incluso ahora en su época crepuscular tardaremos mucho en olvidar. Pero también, como hemos podido ver en este viaje, ofreciendo una gran diversidad de versiones, cada una con una identidad propia, que han expandido el legado de un modelo que tuvo la difícil tarea de suceder al Gallardo y que ha acabado marcando un gran capítulo en la marca italiana. Cuesta despedirse de un coche así, de una experiencia así. Así que prefiero simplemente decirlo así: Hasta otra Huracán. Hasta otra, V10.
