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Las siglas RS representan lo máximo a lo que un Audi puede llegar, sirviendo como el culmen en términos de deportividad y altas prestaciones, pero todavía hay margen de mejora. Esto no lo decimos nosotros sino la propia marca al lanzar las versiones performance de los RS 3, RS 6 y RS 7, que les otorgan más potencia, elementos estéticos únicos y una dinámica mejorada. Sin embargo, existe otro apellido que centra la mayor parte de su atención en el chasis, dejando que el propietario sea el encargado de elegir la puesta a punto de su propio vehículo, siendo los RS 4 y RS 5 los elegidos por la compañía alemana para recibir la denominación competition plus.
Atractivo mejorado
Para reconocer a un Audi RS 4 Avant competition plus habrá que fijarse detenidamente en algunos detalles estéticos ya que no hay mucha diferencia entre las unidades correspondientes a esta edición y otras convencionales. La mejor manera de diferenciarlos es fijarse en las llantas pues nuestro compañero de viajes de estos días luce unas unidades de 20 pulgadas específicas, acompañadas de unas pinzas de freno de color rojo, junto con las carcasas de los retrovisores y las aletas delanteras/traseras en carbono mate, acabado que también hace acto de presencia en las taloneras y el embellecedor del difusor trasero. Así mismo, los cuatro aros del capó y del portón trasero, junto con la insignia del modelo, van en negro brillante, mientras que la carrocería puede ir pintada de negro Sebring de efecto cristal.
De puertas para dentro destacan unos asientos RS con los paneles laterales en acabado negro piano, con una nueva tapicería Dinamica/Napa Perla ofrecida de forma opcional, la cual se compone por un 45% de fibras PET recicladas. Los baquet elegidos por Audi son muy llamativos, aunque están por debajo que los ofertados en el RS 3 performance tanto por nivel de sujeción lateral como por ergonomía. El sistema multimedia con pantalla de 10,1 pulgadas sigue destacando por su rapidez y resolución de imagen, con el cuadro de instrumentos digital incorporando un nuevo modo de visualización propio de las ediciones competition plus. El acceso a las plazas traseras se realiza con facilidad, sin tener que agacharse demasiado, con las puertas ofreciendo un ángulo de apertura generoso. Eso sí, el hueco disponible para los pies es algo limitado, pero no así el reservado tanto para las piernas como para la cabeza pues es amplio. En este sentido dos adultos podrán viajar muy relajados especialmente por la presencia de unos respaldos realmente confortables, en los que la espalda encaja perfectamente. En cuanto a los más pequeños, no tendrán problemas en acomodarse. En estas plazas posteriores también se dispone de climatización, dos entradas USB estándar y una toma de 12 voltios, sin olvidarnos de un reposabrazos central con dos posavasos. Los asientos se pueden abatir en proporción 40:20:40 brindando una capacidad de carga total que ronda los 1.500 litros, con un maletero de formas muy regulares y un plano de carga algo elevado.
Ficha técnica del Audi RS 4 Avant competition plus
- Longitud: 4,78 metros
- Anchura: 1,86 metros
- Altura: 1,43 metros
- Batalla: 2,82 metros
- Peso: 1.820 kilos
- Maletero: 495 - 1.495 litros
- Motorización: gasolina 3.0 TFSI de 450 CV y 600 Nm
- Transmisión: automática de ocho relaciones; tracción total
- Vueltas de volante entre topes: 2,2
- Frenos: discos delanteros y traseros ventilados de 375 y 330 milímetros, respectivamente
- Aceleración (0-100 km/h): 3,9 segundos
- Velocidad máxima: 290 km/h
- Consumo de combustible: 9,8 l/100 km
- Emisiones de CO2: 222 g/km
Audi RS 4 Avant y RS 5 competition plus - fotos
Disfrute asegurado
La conducción de este aparato es sensacional, así de claro. Su motor de seis cilindros emite una nota enérgica que te conquista sin necesidad de recurrir al modo más escandaloso del escape deportivo RS plus, dejándote pegado contra el asiento superadas las 2.800 rpm cada vez que le demandas esos 450 caballos ocultos bajo el capó. Es una delicia ver cómo sube de vueltas al tiempo que te regala una melodía suave y refinada cargada de estímulos (Audi ha reducido el material aislante del habitáculo perdiendo 8 kilos por el camino), mientras que la transmisión automática de ocho relaciones hace su trabajo a las mil maravillas. Los cambios de marcha ahora son más rápidos y su lectura de la conducción, muy acertada, hasta el punto que no será necesario hacer uso de las levas dispuestas detrás de su achatado volante cubierto de Alcantara. Es cierto que la potencia y el par máximo (600 Nm) no han cambiado respecto al RS 4 Avant estándar, pero el competition plus logra acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos, lo que supone una mejora de dos décimas, con una velocidad máxima que aumenta hasta los 290 km/h. Unas cifras escandalosas para tratarse de un coche familiar que sigue siendo apto para los trayectos diarios.
Vale, la suspensión ha ganado en dureza gracias a la presencia de unos amortiguadores ajustables de tres vías y muelles específicos, lo cual hace que se pierda en confort ya que no disponemos de un sistema adaptativo con el que poder absorber mejor las imperfecciones del asfalto. Sin embargo, podemos elegir la configuración que mejor se adapte a nuestros gustos haciendo uso de las herramientas que pone Audi a disposición del comprador, guardadas en un pequeño maletín ubicado en el maletero. Es entonces cuando el usuario tendrá total libertad para ajustar la altura del vehículo (ya viene 10 milímetros más bajo que el RS 4 Avant estándar, pero se puede reducir otros 10 mm adicionales) y la dureza de los amortiguadores de ambos ejes, realizando modificaciones tanto en la fase de extensión como en la de compresión (baja y alta velocidad). El trabajo es sencillo de realizar pues en el manual de instrucciones viene todo explicado a la perfección, aunque eso sí, será necesario disponer de un elevador y la paciencia suficiente como para llevar a cabo las operaciones. El ajuste de fábrica se ha diseñado para brindar un comportamiento equilibrado entre deportividad y confort, ofreciéndose otro mucho más agresivo para cuando decidamos meter a esta bestia en un circuito, escenario ideal para exprimir al máximo su excelente chasis.
Los cambios introducidos por los ingenieros de la marca son especialmente notables a la hora de afrontar tramos revirados. Es aquí donde cobran especial protagonismo los elementos citados anteriormente, además de unas barras estabilizadoras más rígidas que se encargan de contener los movimientos de la carrocería a la perfección y la dirección dinámica con menor desmultiplicación (13,1:1 en lugar de 15,9:1). Si en rectas el coche se siente algo más duro, en curvas se muestra más directo y eso es algo que siempre se agradece en conducción deportiva. Ahora notas cómo el eje delantero es más obediente y disfruta más a la hora de inscribirse en los giros (no tanto como en un RS 3), mientras que el trasero logra dibujarte una sonrisa en la cara en el modo de conducción “dynamic” pues el diferencial deportivo presume de un nuevo ajuste pensado para darle un mayor protagonismo, lo que se traduce en pequeños deslizamientos controlados cargados de diversión al volante. Todo funciona como un engranaje diseñado con precisión quirúrgica y gran parte de la culpa la tienen unos pegajosos neumáticos Pirelli P Zero Corsa, que son el mejor aliado del sistema de tracción total de la marca. Es alucinante la capacidad de traccionar de este aparato, incluso cuando la curva todavía no ha terminado y decides acelerar con el volante girado. El RS 4 Avant competition plus se adhiere al asfalto y sale disparado hasta el siguiente giro a un ritmo endiablado. Es fabuloso, y sus frenos no se quedan atrás, con un sistema de discos de acero (cerámicos opcionales) diseñados para detener eficazmente los 1.820 kilos del conjunto.
Una vez hayas recogido a los niños del cole, el V6 te permitirá rodar a ritmos relajados con medias inferiores a los 9 litros, pero siempre que los dejes en casa, en el colegio o en sus actividades extraescolares te sentirás tentado por un conjunto que te anima a circular con alegría. Así pues, mezclando una conducción suave con otra mucho más intensa y divertida te encontrarás con unos registros de unos 11,5 l/100 km, cifra que no es desorbitada dadas las maneras de esta máquina alemana.
Equipamiento mejorado
El familiar de los cuatro aros viene equipado con elementos tales como el sistema multimedia MMI con navegador, el Audi parking system plus, faros led matriciales, cámara de visión trasera, aviso de cambio de carril y el asistente lane assist. A esto se le añade el equipo de sonido 3D Bang & Olufsen, cristales tintados, reconocimiento de señales de tráfico, sensor de presión de los neumáticos plus y el virtual cockpit con el modo de visualización Audi Sport “runaway”. Este equipamiento adicional, sumado a los cambios técnicos comentados, tiene un sobrecoste de 20.000 euros, el cual puede rondar los 30.000 si se le añaden los discos de freno cerámicos. Si tienes intención de meter el coche en circuito de vez en cuando merecerá la pena pagar esa diferencia, pero si solo lo quieres para rodar por la vía pública y transportar a la familia, con el RS 4 Avant convencional (con paquete RS Dynamic incluido, claro está) tendrás más que suficiente.
A favor: imagen deportiva, motricidad, motor V6, chasis, neumáticos Pirelli P Zero Corsa.
En contra: asistentes y ayudas a la conducción de serie limitados, frenos cerámicos opcionales, precio elevado.
