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Normalmente, cuando uno piensa en hallazgos de granero se imagina viejos muscle cars o modelos importados de los años cincuenta, sesenta y setenta, pero nunca deportivos japoneses de los noventa. Pero a medida que los tiempos cambian, este tipo de descubrimientos también lo hacen y el mejor ejemplo lo tenemos con este Mazda RX-7 de 1994, que ha estado intacto en un garaje durante 23 años y ahora finalmente recibe el cariño que se merece.
Su primer lavado en 23 años
Este vídeo, cortesía de WD Detailing en YouTube, documenta el viaje de este RX-7 de generación FD desde que se saca de su lugar de descanso hasta las instalaciones del taller de restauración. Según la descripción, este ejemplar fue adquirido nuevo por su propietario actual en 1995 y, tras conducirlo poco más de 14.000 kilómetros, un buen día superó la barrera de los 200 km/h, se asustó y decidió guardarlo para siempre. Así que ha estado abandonado desde entonces.
Como todos los buenos vídeos de detailing, no se deja piedra sin remover en la restauración cosmética de este RX-7. Después de un lavado exterior minuciosamente detallado, el canal saca una gran parte del interior para limpiar cada rincón y grieta. Además de todo el polvo, descubren varios nidos y cadáveres de ratas. Algo que era de esperar, pero que sigue siendo difícil de asimilar.
Al final del documento, parece que el RX-7 acaba de salir del concesionario. Los únicos defectos que quedan son los discos de freno oxidados, que deberán reemplazarse. Y si bien este automóvil puede parecer limpio, todavía necesita una restauración mecánica completa para volver a la carretera. Esperemos que llegue al taller adecuado más pronto que tarde.