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El lanzamiento del nuevo Kia Sportage es uno de los más relevantes del año. El todocamino de la marca coreana ha dado un salto evolutivo importante que se percibe al primer vistazo; pero tras analizar todas sus características a nivel general, es hora de hacer zoom sobre una de sus versiones más interesantes a nivel calidad-precio: el Kia Sportage 1.6 TGDi MHEV 150 6iMT o lo que es lo mismo, la versión con motor gasolina de 150 caballos e hibridación ligera a 48V que incluye una transmisión manual de seis velocidades un tanto particular, como te detallo a continuación.
Un Sportage muy versátil
En su quinta generación, el SUV medio de Kia alcanza una longitud de 4,52 metros, una anchura de 1,87 y una altura de 1,65. Es decir, estamos ante un coche 30 milímetros más largo, diez más ancho y otros diez más alto que antes, con una batalla que también crece un centímetro para quedarse en los 2,68 metros. Así no es de extrañar que resulte bastante más imponente que su antecesor cuando lo tienes delante.
No obstante, lo que realmente te sorprende es su diseño, basado en la nueva filosofía de la marca denominada "Opuestos unidos". En la carrocería del nuevo Sportage no hay un solo detalle al azar. Sus faros presumen de iluminación led de serie y presentan una forma de boomerang muy característica que se prolongo desde la parrilla hasta unos robustos paragolpes que ahora, además, presentan una parte pintada en el color de la carrocería.
Ésta también puede ser bicolor gracias a un techo de color negro que se prolonga hacia el pilar C y que integra éste con un spoiler trasero prominente. En la zaga, el Sportage resulta igualmente llamativo: destacan los grandes pilotos unidos entre sí, el nuevo logotipo de Kia en tamaño gigante y un paragolpes con difusor de aire integrado. Eso sí, ni rastro de tubos de escapes, ni verdaderos, ni falsos.
Un interior a juego, muy detallista
Por dentro, el Sportage presenta una estética tan impecable como en su exterior y la mayoría de los materiales que ves son agradables también al tacto, especialmente los ubicados en la parte superior del habitáculo. Sus grandes cotas exteriores se dejan notar en este amplio interior. Los asientos delanteros son amplios y ergonómicos, pero lo que más destaca es la habitabilidad posterior, sobresaliente en todas sus cotas y rematada con detalles muy originales como un colgadores, bolsillos y hasta entradas auxiliares de tipo USB C, todos ellos integrados en la parte posterior de los asientos delanteros.
En la misma línea, el maletero cubica 591 litros que suponen 88 más respecto al del Sportage anterior y si abatimos los asientos de la segunda fila su volumen se dispara hasta los 1.780 litros. Eso sí, en las variantes híbrida e híbrida enchufable, su capacidad se ve algo reducida. Por cierto, el tamaño de las 2 pantallas de 12,3 pulgadas unidas entre que presiden el salpicadero del Sportage, también se ve reducido drásticamente en sus versiones más asequibles...
Hibridación ligera, ¿la solución más práctica?
Recordemos que, en España, la gama del Sportage es muy amplia y arranca con una mecánica gasolina 1.6 T-GDi de cuatro cilindros y 150 caballos y con su alternativa diésel, un 1.6 CRDi de 115 caballos. Después vienen las motorizaciones con hibridación ligera de 48 voltios con potencias de 150 y 180 CV para los gasolina, 135 CV en el caso del diésel. Éstas ya pueden tener caja de cambios manual inteligente iMT de 6 velocidades o automática de doble embrague con 7 relaciones.
En el último escalón nos encontramos con las versiones híbrida HEV (con tracción delantera o total) y 230 CV de potencia y con una híbrida enchufable (o PHEV) que siempre es 4x4 y que ofrece 265 CV. A falta de conocer el precio de ambos, y teniendo en cuenta que las versiones GT Line de los microhíbridos con mayor potencia y dotación ya superan los 44.276 euros, hemos decidido centrar esta prueba en la versión que nos parece más razonable en estos momentos, la 1.6 T-GDi MHEV 150 CV cuenta con una red de 48 voltios y por ello obtiene la etiqueta ECO de la DGT y que además, tiene un precio de tarifa de 27.679 euros en acabado Drive y de 30.579 euros en el Tech, los dos únicos en los que puedes encontrarla con el cambio manual iMT de seis marchas.
Al volante de esta versión hemos podido recorrer un buen número de kilómetros en carreteras de muy distinta índole y también un pequeño tramo de pista de tierra en buen estado. En todas ellas, el Sportage resulta un coche muy agradable de conducir tanto por la postura elevada en la que nos sitúa su asiento, como por el gran nivel de refinamiento con el que se desplaza.
A nivel dinámico además, tampoco hay nada que reprochar. Estamos ante un todocamino que marcha muy bien amortiguado, lo que permite afrontar con garantías carreteras bacheadas e incluso zonas de tierra en buen estado, y a la vez es un coche perfectamente cómodo tanto para el día a día en ciudad, como para cubrir trayectos largos en carretera o para subir puertos de montaña con confianza.
La suspensión resulta muy efectiva
En este sentido, me ha parecido un punto más firme de suspensiones que el propio Tucson, especialmente en el eje delantero, pero como el Hyundai, destaca más por el nivel de confort que ofrece su suspensión a los pasajeros, que por la eficacia de ésta a la hora de sujetar a la carrocería en las zonas más viradas. Con todo y eso, estamos ante un coche estable, que marcha muy bien aplomado en carretera y ofrece confianza al volante, pues a estas virtudes destacadas añade una dirección asistida bastante precisa y una gran eficacia de frenado. En este último punto hay que decir que la versión microhíbrida se siente un punto más ágil en carretera y los frenos resultan más efectivos en todo momento.
En autopista el Sportage resulta cómodo pues el ruido de rodadura apenas se filtra al habitáculo y únicamente escuchamos algún sonido aerodinámico más elevado de lo que desearíamos a la altura de los espejos de los retrovisores, que son de gran tamaño. La rumorosidad del motor 1.6 es muy escasa y empuja bien desde abajo. En este sentido, esta versión MHEV sorprende pues con sus 150 CV se basta y se sobra para ofrecer un empuje perfecto para adelantar en vías secundarias o mantener cruceros altos en autovía. El cambio manual iMT de 6 marchas es un buen complemento al mismo pues camufla su principal defecto: unos consumos más elevados de lo deseado cuando practicamos una conducción más ágil.
Esta transmisión, pese a ser manual, incluye un sistema que desacopla cualquier velocidad en marcha cuando detecta que no estamos haciendo uso del acelerador, permitiendo que el coche avance así "a vela" ahorrando combustible. La ayuda de este sistema lo que hace es que haya una diferencia mayor de consumo a un ritmo tranquilo, comparado con el de una conducción deportiva.
C0n todo y eso, los consumos obtenidos por este microhíbrido han sido mejores en carretera de los que hemos logrado con la versión híbrida convencional de 230 caballos en un tramo similar. En este caso, se situaron en torno a los 6,3 litros de media, una cifra ligeramente inferior a la homologada en ciclo WLTP, de 6,5 l/100 km. No obstante, si buscas aprovechar toda la potencia de esta mecánica y apuras la gama de revoluciones del 1.6 Turbo, te puedes encontrar con cifras superiores a los 8 litros. A cambio, hablamos de un coche que responde muy bien al acelerador. Sus datos oficiales así lo reflejan también. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y alcanza los 182 km/h de velocidad punta.
Un nivel de equipamiento importante
A nivel de dotación, cabe subrayar que el Kia Sportage con esta configuración mecánica solo está disponible en los acabados intermedios Drive y Tech, no con el GT-Line que ilustra esta prueba y que incluye más acentos deportivos a nivel de diseño. Con todo y eso, el primero ya equipa las llantas de aleación de 17 pulgadas, los faros antiniebla led, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros, los cargadores USB de la fila de asientos trasera así como una pantalla central de 12,3 pulgadas para el equipo multimedia.
Por su parte, el Tech añade unas llantas aún más vistosas, de 18 pulgadas, la iluminación full led, el sistema de acceso y arranque sin llave, los asientos con reglajes eléctricos o el cargador inalámbrico para smartphones, entre otros elementos. Pero el elemento estrella son las dos pantallas curvas de 12,3 pulgadas cada una que, fusionadas, presiden todo el salpicadero de este Sportage. En definitiva, está claro que no necesitas gastarte tanto dinero como parece, para tener uno de estos nuevos todocaminos en tu garaje.
Valoraciones del Kia Sportage 1.6 TGDi 150 CV 6iMT
A favor: Confort de marcha. Refinamiento. Amortiguación. Cambio manual con modo 'a vela'. Equipamiento con el acabado Tech.
En contra: Consumo en conducción decidida. Precio de algunas opciones.
