Los que ya tenemos una edad recordamos uno de los mejores sketches del cómico Raúl Cimas en La Hora Chanante, encarnando a un Invent Man que presumía de un pariente (inventado, claro) que fabricaba aviones teledirigidos y le había llevado como pasajero en uno desde Albacete a Canarias.

Una legendaria tentación de risa que parece haber encontrado su reflejo real en este, digamos, artefacto que se encuentra a la venta en el conocido portal Alibaba, un dron de proporciones gigantescas dotado de una cabina con espacio para un ocupante. Y claro, surge la pregunta más obvia: ¿Se arriesgaría alguien a volar subido en él?

Un vehículo diferente por menos de 40.000 euros

La historia la comparten los chicos de Electrek, quienes han localizado la página en Alibaba donde el comerciante identificado como Zhuhai Svffi Aviation Co Ltd, basado en China, ofrece este dron tripulable por unos 39.000 dólares, o 35.989 euros al cambio.

alibaba dron pasajeropinterest
Alibaba

Según afirma el vendedor este curioso aparato puede elevar, en aproximadamente dos minutos, a una persona de menos de 100 kg de peso hasta una altura máxima de 120 metros. Su velocidad máxima de desplazamiento es de 10 metros por segundo, lo que equivaldría a unos 35 km/h.

Dotado con varias baterías de polímero de litio de 88 voltios, la ultraligera aeronave de 220 kg de masa ofrece un tiempo de vuelo de treinta minutos. Y poco más sabemos de esta máquina, ya que analizando sus imágenes ni siquiera está claro cuántos motores eléctricos monta, ya que en unas aparece con cuatro hélices y en otras con ocho.

alibaba dron pasajeropinterest
Alibaba

Sea como fuere, la sensación de fragilidad que evoca su construcción, a caballo entre lo casero y lo ridículamente económico, no invita precisamente a utilizarlo aunque, si lo hacemos, lo mejor es llevar con nosotros su mando de control remoto ya que no se especifica ni el radio de alcance del mismo ni lo que pudiera ocurrir si el dron lo abandona. Por no hablar de que a su precio habrá que sumarle los costes de traerlo a España por nuestra cuenta, amén de una batería de explicaciones convincentes para los responsables de Aduanas. Barato sobre el papel, pero quizá demasiado caro incluso como broma.