Volkswagen sigue tomándose muy en serio su electrificación, y el siguiente punto en su hoja de ruta pasa por asumir el diseño, creación y desarrollo de las tecnologías de propulsión eléctrica que equiparán sus futuros productos. Y hacerlo de principio a fin.

Para ello, el gigante alemán ya ha puesto en marcha una nueva división denominada 'Volkswagen Group Technology'. Formado por un nutrido grupo de ingenieros y expertos en movilidad eléctrica, este novedoso departamento acaba de dar a conocer algunos detalles significativos de la futura planta motriz de la novena generación del Golf, la primera en la historia de este modelo que desterrará las mecánicas de combustión por completo.

Pulso a pulso

De entre todos los órganos que compondrán esta nueva planta destaca un tipo de conversor inédito hasta ahora, el cual distribuye la corriente entre la batería y los motores empleando pulsos eléctricos calculados a partir de las órdenes que el conductor transmite desde los mandos.

Este componente, clave para el funcionamiento de todo coche eléctrico, influye notablemente en múltiples aspectos desde la autonomía hasta el tacto de la conducción. Empleando pulsos en lugar de limitarse a cambiar el sentido de la corriente eléctrica entre continua y alterna, VW apunta a lograr una mejora copernicana en la eficiencia energética de sus próximos modelos.

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Volkswagen

En paralelo, Volkswagen trabaja también en nuevos sistemas de gestión térmica los cuales, a diferencia de los complicados entramados de módulos individuales actuales, están basados en una sola unidad de climatización ultracompacta que abarcará tanto la batería como el resto de los componentes críticos del sistema que suelen verse afectados por las temperaturas.

El objetivo final de VW es conseguir un nuevo esquema de propulsión 'cero emisiones' de concepción 100% propia y lo más modular posible, de manera que sea posible emplearlo tanto en pequeños urbanos como grandes berlinas.