Las investigaciones de los comisarios son muy habituales durante los fines de semana de Gran Premio, pero lo que no es tan frecuente es que haya investigaciones durante el jueves, una jornada que sirve para que los equipos de Fórmula 1 se preparen para la actividad del fin de semana. A lo largo de este día tiene lugar la revisión oficial de la FIA por la que tienen que pasar todos los monoplazas y, aunque no suele haber infracciones, en esta ocasión Toro Rosso ha sido llamado a declarar.
En la revisión, los examinadores encontraron daños en una de las correas de retención de las ruedas del monoplaza de Carlos Sainz. A pesar de que comunicaron a Toro Rosso la situación y pidieron que reemplazaran el sistema, el equipo de Faenza se negó a ello. Por esta razón, el revisor trabajó el mismo en este elemento y descubrió no solo que estaba dañado, sino que se habían juntado varios trozos de piezas.
Por esta razón, un representante de Toro Rosso tendrá que realizar una visita a los comisarios para dar explicaciones por presentar el coche en “condiciones peligrosas” a la revisión. Este intento también infringe el artículo 12.1.1.b del código deportivo internacional de la FIA, por el cual está prohibido participar con un coche no apto para la competición. Lo más probable es que el equipo tenga que pagar una multa por esta infracción, si es que hay algún tipo de castigo.
