La 'nueva' Fórmula 1 de Chase Carey, Sean Bratches, Ross Brawn y Liberty Media ya tiene trazada la hoja de ruta. Una lista de buenos propósitos no muy diferentes a los comunicados en los últimos meses desde que Liberty hiciera patente su deseo por hacerse con el control de la Fórmula 1.

El primer propósito ya ha sido ejecutado. Bernie Ecclestone era un lobo solitario. Todo lo decidía él, y todas las decisiones tenían que pasar por su mando, lo que choca con los modelos de gestión modernos. Liberty prometió cambiar esta estructura a una más actual, motivo por el que ha colocado a los tres nombres ya de sobra comentados al frente de la Fórmula 1, buscando mejorar la toma de decisiones.

En Liberty Media creen que la Fórmula 1 no ha crecido en los últimos años tanto como debería, y desean corregir esa tendencia, explorando todas las tecnologías y plataformas necesarias para tal fin. También son conocedores de la gran importancia de cuidar al aficionado y del valor que éste le da a las carreras en circuitos históricos, así como darle a Europa y sus carreras el valor que merece como “fundador” de la categoría. No quiere decir ello que se vaya a descuidar la expansión, especialmente en Estados Unidos, donde se buscará captar más aficionados sin descartar carreras en diferentes puntos del extenso país. Para ello, la nueva Fórmula 1 invertirá en promoción, en mucha más promoción.

Para Chase Carey, no son agradables las situaciones acontecidas hace unos meses por el circuito de Monza o más actualmente con el circuito de Silverstone. Sabe de la importancia de este tipo de pruebas, sin embargo, ha admitido que su intención no es hacerlas más asequibles para los promotores, sino mucho más rentables. Chase afirmaba que los eventos deben ser más grandes y mucho más rentables de lo que son.

A diferencia del equipo saliente, la 'nueva' Fórmula 1 considera que no tiene deudas ni deberes con nadie, por lo que pueden invertir todos sus esfuerzos en únicamente en encontrar la forma de volver a entusiasmar a los aficionados usando todas las plataformas posibles. También buscan la forma de hacer un reparto más equitativo y eficaz de los recursos de la Fórmula, teniendo también la intención de convertir a los equipos en socios de la actual Fórmula 1 tal y como ocurre en otros deportes, si bien esta opción ha sido rechazada por los equipos, Chase confía que en el futuro puedan encontrar la manera de trabajar codo con codo y nadando hacia un mismo lugar.