Las salidas han sido el rompecabezas dentro del equipo Mercedes desde que la nueva temporada empezó hace poco más de tres semanas, siendo el foco de las críticas por su sistema de embrague. Por ello, el jefe del equipo -Toto Wolff- confirma que trabajan junto a la empresa Daimler para solucionarlo lo antes posible, aunque no cita cuándo.

"Creemos que es un problema más del hardware más que un problema con el control electrónico y eso no se puede solucionar de una carrera a la siguiente", afirmaba Wolff. "Estamos trabajando por arreglarlo. La forma en la que configuramos los embargues y los calibramos -y, obviamente, cómo los pilotos lo usan- necesita ser optimizada".

"Principalmente, con la colaboración con Daimler está mejorando el hardware y necesita algo de tiempo aún. No estoy seguro cuándo tendremos los resultados", agregó el austríaco de Mercedes.

Wolff no niega que las nuevas regulaciones del embrague han agregado una pincelada de impredecibilidad a las salidas de los Grandes Premios: "Lo que les ha ocurrido a Nico (Rosberg) y Lewis (Hamilton) en Melbourne y Bahréin es aleatorio. Si miras a la prueba de Nico en la vuelta de formación, cometió un error y le saltó el sistema de anti-calado, así que todo se reduce al cambio de normativas", aseguró Wolff.

De la misma manera, el mismo Hamilton afirma que no está "preocupado" después de haber perdido dos potenciales victorias por dos pobres salidas en el inicio del mundial. En Australia tuvo un problema "relacionado con el embrague", y en Bahréin fue "otra cosa", instaba el tricampeón en relación a su acusada tardía reacción a las luces.