En los últimos días del mes de enero, tras la adquisición completa por parte de Renault del equipo Lotus y a raíz de que Pastor Maldonado se quedó sin patrocinador, el venezolano se quedó sin asiento para 2016. Su sustituto es Kevin Magnussen, que aprovechó muy bien la oportunidad que se le planteó.

Pero su incorporación al equipo no fue todo lo directa y clara que se podría haber esperado, ya que en la formación su primer objetivo no fue el piloto danés, sino el belga Stoffel Vandoorne, como señalaba el director de la formación Frederic Vasseur. "Tenía contrato con McLaren y no le dejaron salir", declaró.

Su compatriota Jason Watt indica, en declaraciones a la publicación Ekstra Bladet, que esta situación supuso una intensa prueba emocional para el danés, que debía demostrar que estaba preparado para el nuevo reto. "Es un test de la capacidad mental de Kevin, necesita ser mentalmente fuerte. Un comentario como ese le frustraría, pero no debería ser tan tonto como para dejarse influir por él. Sólo se lo ha tenido que tragar. Vandoorne debió usarlo como impulso, no creo que sea coincidencia que esas palabras se dijeran a la prensa belga", asegura Watt.