El de Sochi es unos de esos circuitos diseñados para aburrir aunque con matices de brillantez en el lápiz del arquitecto que permiten soñar con un buen GP: la mayoría de curvas son simples giros de 90 grados, la entrada al Pit Lane es una de las más complicadas de la temporada y también está su característica curva en plena recta principal...

Toda la parrilla llega a Rusia con los focos puestos en 2016: Manor con Mercedes, Romain Grosjean con Haas, Nico Rosberg en una nueva oportunidad para luchar por el título junto a Sebastian Vettel, Valtteri Bottas al acecho, Fernando Alonso con el renovado (esperemos) motor Honda, Renault de nuevo como equipo... Y todo esto sin nombrar la "novedad" que supondrá 2017.

Mejor así. En un Mundial con poca presión en todas partes, todo puede ser más divertido. Si tienes contrato, puedes arriesgar en Fórmula 1. También cabrá esperar un show institucional entre Mr. Ecclestone y Vladimir Putin–primer ministro ruso-, naturalmente.

Ya en su primera edición (2014) el GP de Rusia fue el primero que interpretaba su himno nacional en la parrilla y provocó que toda la acción minutos antes de carrera se quedara parada para ello, o nos dejó imágenes de sumo apoyo de la F1 a Rusia y a Putin agradeciendo la celebración del evento...

Todo estará bien mientras que a Putin no se le cruce la idea de lo que hizo en el DTM hace algunos años: se paró literalmente la carrera porque el helicóptero médico no podía estar en el aire ya que estaba volando cerca el helicóptero de Putin. Hay una distancia de "seguridad" con el transporte de Putin, y sin helicóptero médico, no hay carrera...