La Fórmula 1 anunció la entrada de un nuevo equipo a finales de 2014. La nueva estructura, con bandera norteamericana, haría su aparición para la temporada 2016. No se trataba más que de la extensión de los negocios en el Motorsport de Gene Haas, y a pesar de tratar de vender de alguna manera el ser el primer constructor norteamericano, no se trataría más que del enésimo equipo asentado en los alrededores de Silverstone.

Haas, maximizando la inversión

Bernie Ecclestone ya no estaba para experimentos, y no es de extrañar que en las últimas entradas en la Fórmula 1 no haya valorado únicamente las ambiciones del proyecto, sino que estos equipos que entraban al menos sirvieran de soporte financiero para determinados proveedores. No es casual que los equipos designados para entrar en la categoría en 2010, todos usaran motor Cosworth, mientras que el proyecto que llegó a otro acuerdo diferente acabase sin plaza.

En este sentido, Haas tenía un estrecho acuerdo de colaboración con Ferrari. ¿Cuántas piezas iba a proveer Ferrari? Exactamente todas las que el reglamento permitiese. Las acusaciones de ser el Ferrari de la temporada anterior se han ido repitiendo cíclicamente, especialmente en 2017, 2018 y 2019, diluidas con el paso de las carreras por lo errático que acababa siendo el equipo.

La estructura es relativamente sencilla. Ferrari te provee de todas las piezas que el reglamento permita, y para el resto, confías en un constructor que no esté en la F1, que en el mundo de las carreras, se suele traducir en Dallara. El fabricante italiano se puede permitir precisamente coger excesivas licencias fijándose en Ferrari a la hora de diseñar el monoplaza, pues los de Maranello no se van a quejar en exceso, suponiendo Haas un importante ingreso de millones.

El punto de subcontratación de Haas es tal que hasta sus modestas instalaciones situadas en Banbury, las que usó en su día el extinto equipo Marussia/Manor, son simple fachada. Raro será que en no mucho tiempo, Haas eche la persiana de estas oficinas – garaje y confirme su traslado a Italia, a Maranello, ya que Ferrari ha construido unas instalaciones aledañas por y para Haas, donde se trabajará en el desarrollo de este equipo.

Steiner también ha confirmado lo que era un secreto a voces; que el límite presupuestario no es un problema para ellos. Aún tienen margen para tocar techo, aunque sí se aliviaba afirmando que si antes la diferencia con los equipos que más gastaban podía ser de 100 o 200 millones, ahora sería de 10 o 20.

Llegados a este punto solo queda preguntarse a qué aspira Haas en esta nueva etapa. El equipo sorprendió en 2016 y 2017 con una serie de resultados puntuales. No hay que olvidar el sexto de Grosjean en Australia acompañado por un quinto en Bahréin. Algo que mosqueó ostensiblemente al resto de equipos de la zona media, y que se diluyó con el paso de las carreras, pues el equipo puntuaría ese año en solo cinco de las 42 oportunidades posibles, acabando octavos en constructores.

Aspiraciones para el futuro

La mejor temporada del equipo fue la de 2018. Un monoplaza notablemente rápido que incluso llegó a rozar el podio. Haas terminaba la temporada en quinta posición con 93 puntos sumados, que pudieron ser mucho mejor de no ser por la característica autodestrucción de sus pilotos. Pero desde entonces, cuesta abajo y sin frenos. En 2019, cuando más fuerte estaba la mecánica Ferrari, Haas no fue capaz de solucionar un problema endémico con los neumáticos, y en el caso de Grosjean, también con los frenos. 2020, con un motor Ferrari “sancionado”, la cosa fue todavía peor y apenas lograron tres puntos. Y 2021… ni que decir tiene.

La temporada 2022 permitirá a Haas empezar de nuevo. Un nuevo diseño tutorado por Ferrari con el que corregir los problemas del pasado. De acercarse más a 2016 que a 2021. Sin embargo, resulta imposible olvidar que se sigue tratando de un constructor que prácticamente tiene subcontratado todo, limitándose al final a unir las piezas. ¿Cuál es el techo para este tipo de equipos? ¿Mejorará o irá a peor con la nueva normativa y el límite presupuestario?

¿Equipo cliente por siempre?

En estos momentos, difícil de saber, pero resulta complicado pensar que con techo presupuestario la filosofía Haas, o la que antaño tenía Racing Point, pueda superar al resto de equipos. Principalmente, porque de hacerlo, éstos pondrán el grito en el cielo.