El joven Max Verstappen, de tan sólo 17 años de edad, ha sido objeto de una gran cantidad de críticas a su llegada a la cima del deporte del motor por su corta edad experiencia en monoplazas. Lo cierto es que ha demostrado un gran nivel para su juventud y parece que ha sabido adaptarse al difícil y exigente mundo de la Fórmula 1, en el que cualquier movimiento es observado con lupa. Este año ya ha tenido sus más y sus menos en alguna carrera y el primer susto de la temporada llegó en Montecarlo, con un fuerte accidente.

"Después del accidente entendí más sobre estos coches, me di cuenta de lo seguros que son y de que puedes darlo todo pilotando. Tras el incidente de Mónaco di un salto de rendimiento y cambié mi percepción del límite".

Respecto a las críticas, se desentiende y sólo se centra en conducir. "Muchos chicos querrían hacer lo que hago yo pero es bastante complicado. Mi experiencia con 17 años es mucho más alta que otros chicos de la misma edad", comenta.

Lo cierto es que Max, a pesar de lo calmado que se le pueda observar, está bajo mucha presión y uno de los orígenes de la misma es Helmut Marko, el encargado de seleccionar, desde el equipo oficial de Red Bull, a las jóvenes promesas que en un futuro llegarán al equipo oficial.

"No la siento demasiado (la presión)", comenta al joven compañero de Carlos Sainz. "Las cosas han ido rápido para mí en los últimos tiempos. Otros pilotos o los medios de comunicación pueden decir lo que quieran de mí, tengo el apoyo de mi equipo que realmente es lo único que me importa. Al final tienes que creer en tí mismo y no preocuparte por lo que digan los demás".