Todos los equipos necesitan aprovechar los pocos test que disponen sobre la pista durante la temporada, pero especialmente Red Bull, ya que debe mejorar, a marchas forzadas, su RB11 para alcanzar a Williams y, en un futuro más lejano, a Ferrari y Mercedes. Es por ello que Daniil Kvyat salió satisfecho de los test de ayer, ya que a pesar de los problemas iniciales lograron superar la distancia de un Gran Premio con creces.

"En general fue un día muy positivo, el trabajo está hecho. Perdimos un par de horas por la mañana pero tuvimos una tarde realmente fuerte y lo gestionamos para recuperar gran parte del programa, algo que es muy importante. Estamos limitados en cuanto a entrenamientos y solo podemos probar los viernes de Gran premio, así que estas sesiones son muy importantes para nosotros. Son cruciales para ayudarnos a entender cómo funciona el coche y para recoger la máxima información posible. Lo que hemos aprendido hoy nos ayudará a mejorar", ha resumido el piloto ruso en la jornada de ayer.

El jefe de ingeniería en pista, Guillaume Rocquelin, ha analizado todos los detalles que pudieron probar cuando lograron solventar el problema de primera hora. "Una vez que el coche estaba preparado, el programa se cumplió realmente bien y tuvimos un buen día de test. Nos concentramos en el trabajo de las suspensiones y la aerodinámica, cambiando parámetros del coche e intentando cosas diferentes. Traíamos nuevas partes en este fin de semana de Gran Premio y hoy pudimos probarlas con más detalle", ha desvelado.