Después de un Gran Premio de Hungría en el que pasó de todo, Sebastian Vettel perdió su segunda posición por culpa de una descalificación que Aston Martin apeló varios días después. Tras su primer intento, la FIA ha rechazado cualquier tipo de revisión.

Se mantiene la descalificación

Como en cada gran premio de Fórmula 1, todos los coches que cruzan la bandera a cuadros son revisados minuciosamente y, entre otras comprobaciones, cada monoplaza debe tener 1.0 litro de combustible sobrante al acabar la carrera, norma que rompieron Sebastian Vettel y Aston Martin, ya que la FIA solo pudo extraer un total de 0,3 litros.

Tras la descalificación, Aston Martin alegó que según sus datos debería haber 1.4 litros de combustible y que todo se debió a un problema de pérdida de presión en la celda de combustible. Una vez vista la apelación del equipo de Silverstone, la respuesta de la FIA fue bastante clara: Para evaluar de si cumplió o no el requisito mínimo de un litro, no importa, ya comprobamos que había menos de un litro.

“Puede haber un par de explicaciones de por qué al final de una carrera la cantidad restante es insuficiente. En cualquier caso, sigue siendo responsabilidad exclusiva del competidor asegurarse de que el coche esté en conformidad con el reglamento en todo momento y no será una defensa alegar que no se obtuvo ninguna ventaja de rendimiento”.

“Para poder afirmar un hecho 'relevante', Aston Martin debería haber presentado hechos de que en realidad quedaba más de un litro de combustible. La explicación de por qué no se pudo cumplir con este requisito no es relevante, ya que igualmente se produjo una infracción de las regulaciones”, concluyó el comunicado de la FIA.

Carlos Sainz y Ferrari confirman el podio en Hungría

De esta manera, Carlos Sainz consigue sumar su segundo podio de la temporada, mientras que el equipo de Maranello termina entre los tres primeros por tercera vez en lo que va de 2021. Curiosamente, el piloto madrileño de Ferrari ha visto como dos de sus cuatro podios en la Fórmula 1 los conseguía tras decisiones en los despachos, un hecho que te deja un sabor un poco agridulce al no poder celebrarlo en el momento como debería ser.