La desaparición de Marussia no ha sido nada positiva para Ferrari y McLaren. Al parecer, según reveló ayer el diario británico The Telegraph, ambas formaciones dejarán de ingresar una considerable cantidad de dinero por la quiebra de la estructura rusa.

Al parecer, a la Scuderia se le debían más de 20 millones de euros por el suministro de las unidades de potencia, mientras que a los de Woking quedaba pendiente el pago de 9 millones por los servicios prestados en términos de asesoramiento técnico. Debido a la bancarrota de la formación antes denominada como Virgin, los dos equipos más antiguos de la parrilla no podrán ingresar estas cantidades.

Además, el mismo rotativo apuntó que Lloyds Development Capital (LDC), la división de capital privado de Lloyds Banking Group, recibió los casi 17 millones de euros que el equipo fundado en 2010 tenía que abonarles, por medio de todos los activos de la estructura. Los otros 200 acreedores a los que la formación debía dinero aún no han recibido parte alguna de la deuda que existía.

Geoff Rowley, socio fundador de la asesoría financiera británica FRP, ha explicado que este pago contaba con prioridad sobre el resto. El problema es que no existen recursos suficientes para saldar las cuentas pendientes con las otras partes.

"Los acreedores con garantías sufrirán un déficit significativo. Hay propiedades insuficientes para permitir que se efectúe una distribución a los acreedores sin garantías", sentenció.

Este conjunto terminó su actividad el pasado noviembre, despidiendo a sus empleados y perdiéndose las tres últimas citas del Campeonato. Una gran parte de este equipo ya se vendió hace dos semanas. La próxima subasta tendrá lugar el 21 de enero, en ella los protagonistas serán los tres coches (sin motor). La escudería sólo anotó dos puntos en cinco años, los conseguidos por Jules Bianchi en Mónaco, antes de su grave accidente en Suzuka.