Ayer se pudo conocer que Bob Fernley, director adjunto de Force India, solicitó a Bernie Ecclestone que este se reuniese con su propia escudería, además de Sauber y Lotus, para renegociar la distribución de los ingresos que el Mundial de Fórmula 1 genera cada año. Esto se sugirió después de dichas escuderías renunciaran a poder llegar a un acuerdo por el que el gasto se viese reducido notablemente.

Pero el patrón del campeonato se ha mostrado poco receptivo ante la petición de las formaciones más humildes de la categoría. Ecclestone ha recordado que dichas escuadras firmaron un contrato en su día que ya especificaba el montante total que les correspondería en el futuro, por lo que, en lugar de solicitar una mayor porción del pastel, deberían replantearse su política de gasto.

"Tienen un contrato que ellos firmaron. Saben exactamente lo que firmaron y cuánto dinero estarían recibiendo. Sobre lo que nosotros no tenemos ningún control es en cuánto quieren gastar. Ese es el problema. Normalmente, en los negocios tienes que observar y mirar cuánto dinero vas a conseguir, y entonces decides gastar menos de ello, si no quieres tener problemas. No parece que ellos hayan seguido una ruta normal en los negocios", dijo a Press Association,

Esto no quita que, según Bernie, la competición necesite una reducción en los costes que se tienen que asumir año tras año. Para él, las cifras que se manejan cada temporada son desproporcionadas.

"Claramente, debería haber una reducción de costes. No hay necesidad de gastar la cantidad de dinero que ellos gastan, pero, por supuesto, lo gastan para ganar. Pero no parece que nadie, incluido la gente que se queja, haya hecho algún esfuerzo para ahorrar dinero".

En, el principal causante del incremento del gasto ha sido la llegada de las unidades de potencia. En este asunto, el patrón del certamen ha respaldado completamente a los equipos más contrarios a estos nuevos propulsores, ya que, desde su punto de vista no aportan nada. Ni al negocio, ni a la industria.

"Estoy de acuerdo con ellos completamente, al 100%. Tienen mi apoyo. Yo nunca, nunca pensé que esta unidad de potencia fuera lo que queríamos en Fórmula 1. No ha hecho nada por la industria".

El octogenario inglés no ha tenido problema en ensalzar el gran mérito que tiene alcanzar la potencia que dichas piezas mecánicas alcanzan, pero opina que las propiedades de las mismas son más interesantes para los ingenieros que para el usuario estándar del día a día.

"No me entendáis mal, es una increíble pieza de ingeniería, conseguir esa cantidad de potencia de esa cantidad de combustible es increíble. Pero los coches de calle nunca podrían usar el mismo sistema, así que la tecnología es atractiva para los ingenieros, pero no realmente buena para los equipos", concluyó.