La interminable coyuntura de la salida de Fernando Alonso impide conocer a la nueva "novia" del finlandés. Oficialmente, claro. El cortejo de Ferrari a Sebastian Vettel ha concluido con el alemán enamorado del rojo pasión. De un rojo que, esta vez, indica peligro. Pero no hay prisa. El tetracampeón caminará en la Scuderia desahogado de tiempo para convertirlo en un rojo amenazador a la vista de sus rivales. Emular, e incluso, superar a su paisano Michael Schumacher es factible. Aunque no parece que 2015 vaya a ser el año de acercar posturas con la leyenda.

Vettel- Kimi Raikkonen entonces. Salvo algún terremoto de 9, en la escala Richter, entre ambas partes. Una relación que ya es fructífera a pesar de haber sido en la distancia de Red Bull y Ferrari. Archienemigos en sus cuatro undiales cuando él y Mark Webber vivían en el hielo de palabras. Tensión no existente con Kimi. De momento… El bádminton les une. Ya habla de él en el diario Bild am Sonntag.

"Me veo llevándome muy bien con Kimi. Él siempre es llano y directo, por lo que en el lado humano espero no tener ningún problema en el futuro. Él (Raikkonen) tiene - gracias a Dios - cero interés en la política dentro de un equipo". Ya habla como un piloto de Ferrari. Todo en lo prohibido aún. Alonso se sigue agarrando a los últimos recodos de un idilio que toca a su fin. Un amor roto por una necesidad imperiosa de victoria. Maranello aguarda a los inminentes cambios en silencio.