Durante años y años de competición, el mundial de Fórmula 1 ha tenido dentro de su organización muchos casos similares al de Derek Warwick, es decir, conductores de gran talento pero cuya valía no se vio recompensada a su llegada a la categoría reina. En el caso de este corredor británico, que cumple hoy 60 años, la ausencia de alguna victoria en su palmarés es más que llamativa, ya que en su día fue considerado por muchos como la mayor promesa del automovilismo británico de la década, por delante incluso del mismísimo Nigel Mansell.

Dicha consideración se debió a los diversos éxitos que Warwick cosechó en la década de los setenta. En primer lugar llegarían las victorias en el campeonato de Superstox británico de 1971 y en el Stock Car Racing World Championship de 1973. En 1976, Derek dio el salto a los monoplazas, comenzando así una etapa decisiva en su trayectoria. En ella, consiguió ganar la Fórmula 3 Británica Vandervell y ser subcampeón de la Formula 3 Británica BARC en 1978. A pesar de no ganar el certamen de la Fórmula 2, Derek fue subcampeón del mismo en 1980, algo que le sirvió para que Toleman le eligiese como uno de sus pilotos para 1981, el primer año de la formación británica en la Fórmula 1.

Las dos primeras temporadas de Warwick en el mundial no fueron ni mucho menos exitosas, ya que no se clasificó para más de la mitad de las carreras, y en las que lo consiguió, sólo vio la bandera de cuadros en dos ocasiones. El Toleman no era, por aquel entonces, un cohete si no un petardo. No fue hasta 1983 cuando los resultados experimentaron una leve mejoría. La tasa de abandonos de Derek fue muy alta, algo constante en su trayectoria, pero en las últimas cuatro citas del curso el británico consiguió meter a su Toleman TG183 en los puntos. Esto provocó que Renault le fichase para 1984, dejando el inglés una vacante en la escuadra anglosajona que sería ocupada por un joven Ayrton Senna.

Así pues, Warwick entró en el equipo de la marca del rombo como el único piloto no francés, tras Eddie Cheever, que condujo para ellos en la primera etapa de la firma gala en Fórmula 1. El primer año de la relación fue de lejos el más prolífico en cuanto a resultados, ya que Derek obtuvo sus únicos cuatro podios en el campeonato. En ese 1984, los múltiples abandonos en carrera le impidieron llegar más lejos de la séptima posición en la general de pilotos. A pesar de ello, el corredor inglés fue claramente el líder del equipo que compartía con un prestigioso Patrick Tambay. Estas buenas sensaciones no se repitieron al año siguiente, ya que sólo puntuó en tres ocasiones. Esta fue la última temporada de Renault en el campeonato hasta su regreso en 2002, hecho que obligó a Warwick a buscar otro lugar donde correr.

No fue hasta mediado 1986 cuando el británico encontró una plaza disponible, después de que Senna se negase a que Derek fuera su compañero en Lotus. Fue en Brabham, como sustituto de Elio de Angelis, quien había muerto en un desgraciado accidente en unos entrenamientos en Paul Ricard. Tanto él como su compañero Riccardo Patrese no tuvieron buenos resultados, por lo que Warwick decidió marcharse a Arrows, en la que permaneció tres temporadas completas. Tras un 1987 otra vez repleto de abandonos, los dos campeonatos siguientes fueron más positivos, terminando octavo y décimo en la general de 1988 y 1989 respectivamente. De cara a 1990, decidió unirse a Lotus, en lo que fue una campaña decepcionante y la cual provocó que se alejase del mundial durante un par de años.

Durante este período, Warwick pudo sacar a la luz su talento para pilotar coches de competición. Y es que en 1992 se proclamó vencedor del Campeonato Mundial de Resistencia y fue parte del equipo triunfador de las 24 Horas de Le Mans.

Pasadas estas alegrías, Derek retornó a la Fórmula 1 en 1993, su última temporada en la categoría. Sólo pudo puntuar en dos carreras, pero su cuarto puesto en el Gran Premio de Hungría le valió las felicitaciones del paddock. Fue el último destello de un piloto cuya valía sólo se reflejó en una campaña, pero cuyo reconocimiento del mundo de las carreras ha sobrevivido al paso del tiempo.