La pista de los sueños. Los guardarraíles de las leyendas. El paddock de las estrellas y el puerto de los magnates. Montecarlo reunirá este fin de semana un todo en uno digno de película de Hollywood y, un año más, nos regalará la delicia y la temeridad de ver rodar a veintidós monoplazas al límite de lo físico en las callejuelas del Principado. La cita monegasca debutó en 1950 con la Fórmula 1 y el legendario Juan Manuel Fangio se apuntó, no sólo la primera victoria sobre las calles monegascas, sino el primer Grand Chelem. En aquel entonces, la línea de meta estaba antes de la ‘Rascasse’ y el glamour se servía en dosis de elegancia.

Esta temporada 2014, la Fórmula 1 llega con el dominio absoluto de Mercedes y sus dos pilotos. Lewis Hamilton quiere seguir agrandando su ‘dictadura’, mientras que Nico Rosberg tratará de reeditar la hazaña de 2013 pero la posibilidad de que no sea un Mercedes quien gane el 61º Gran Premio de Mónaco este fin de semana sigue latente. La tracción casi perfecta del RB10, unido a una configuración aerodinámica de alta carga, así como la ausencia de largas rectas que marquen la diferencia en Montecarlo, podría deparar la primera gran alegría para los de Christian Horner. Podría.

Mónaco son las calles donde todo piloto desea competir en alguna ocasión y Daniil Kvyat cumplirá dicho sueño este fin de semana, no habiendo corrido nunca en el trazado de la Costa Azul en su trayectoria deportiva. Lejos, muy lejos, de las seis coronas de laurel obtenidas por Ayrton Senna en Mónaco está un Fernando Alonso que es el único de los pilotos actuales que ha podido repetir primer cajón del podio al lado del Príncipe de Mónaco.

Sólo ha faltado a la cita desde 1951 hasta 1954 y, sin lugar a dudas, el Gran Premio de Mónaco sigue siendo la joya de la corona de una Fórmula 1 que avanza en tecnología y desarrollo pero que continúa volviendo a sus orígenes una vez al año. No permite errores, no recuerda a vencidos, no conoce el olvido. Montecarlo recibe a la nueva era Turbo y desde el jueves la acción en pista arrancará vítores desde los balcones millonarios

La estrategia

Pirelli no ha arriesgado, por extraño que parezca, en su elección de compuestos para este fin de semana. Al llevar los dos más blandos de la gama 2014, la compañía italiana no ha hecho sino reforzar la idea de que sus compuestos duros son extremadamente duros. En un circuito con bajas velocidades de paso por curva y bajas cargas laterales sobre los neumáticos, la exigencia de a las ruedas italianas será prácticamente mínima por lo que Paul Hembery y los suyos llevarán los súperblandos (rojos) y los blandos (amarillos) al Principado.

La clave de este fin de semana puede residir en la gestión que cada piloto haga del mayor ‘torque’ que este año implica la presencia del Turbo. Las ruedas traseras girarán a mayor velocidad excesivamente cerca de los muros y cualquier gramo extra de presión sobre el pedal del acelerador puede ser definitivo en la carrera del domingo. La falta de goma en pista por la circulación normal de Montecarlo durante el viernes, obligará a los pilotos a retocar el set up durante la mañana del sábado de cara a la clasificación de la tarde.

78 vueltas se darán a los 3.340 metros del circuito urbano por excelencia lo que implicará una distancia de carrera inferior a los 300 km habituales. El pitlane de Mónaco es uno de los más complejos del año con sus 301 metros, sobre todo por su entrada y salida. Los pilotos perderán en torno a los 24 segundos por parada -si todo se realiza correctamente- y tendrán que tener sumo cuidado en no pisar la línea de blanca de salida en una curva que complicará la existencia a más de uno.

En cuanto a la estrategia de paradas, Hembery y los suyos ya han avisado de que se podría ir a una sola detención para utilizar ambos compuestos pero que, a falta de recoger datos por parte de los equipos durante los libres del jueves, la opción de dos paradas también podría ser interesante en algunos casos. Las probabilidades de que el Safety Car haga acto de aparición son del 80% y el año pasado lo hizo por partida triple.

En cuanto a la previsión meteorológica, se espera que las temperaturas ronden los 20ºC durante las horas más calurosas del día y, el mayor aliciente en este aspecto, posibles lluvias localizadas sobre las calles de Montecarlo durante la noche del sábado y la mañana del domingo. La probabilidades de precipitaciones se sitúan en torno al 40-50% según la fuente consultada a falta de cuatro días para la clasificación. Si llueve durante la carrera en Mónaco, todo puede pasar y la baraja se abriría por doquier.

¿Isla en el océano de Mercedes?

Toda la parrilla llega a Mónaco con la esperanza de que el dominio de Mercedes en circuitos más tradicionales tenga un parón en las calles monegascas. En otras temporadas, léase la pole de Michael Schumacher en 2012 o la victoria de Rosberg el año pasado, las flechas plateadas presentaban un especial rendimiento en Mónaco dado que desgastaban en extremo sus neumáticos en el resto de circuitos pero, solucionado este inconveniente, la incógnita reside en si los Red Bull serán capaces de plantarles cara en esta ocasión.

Montecarlo presenta un circuito especial y los imposible en lugares como Montmeló o Sakhir, se torna tangible en las curvas arropadas por los guardarraíles. La parrilla está expectante de ver caer a los dominadores, aunque sea por unas horas. La posición de parrilla será clave, como acostumbra, y si llueve

En 2013…

Durante la clasificación del año pasado, la lluvia hizo acto de presencia y condicionó la siempre movida Q1. La sorpresa vino de manos de un gran Giedo van der Garde, que lograba meter su Caterham en la segunda ronda de clasificación tras los problemas de Massa y Gutiérrez. La lucha por la pole sitúo a los dos Mercedes al frente, con ambos Red Bull detrás, en una posible premonición de lo que podría suceder también este año y beneficiada por el especial rendimiento de las flechas plateadas cuando los neumáticos no recibían demasiadas exigencias.

Nico Rosberg se proclamaba vencedor, por primera vez en su carrera deportiva en la Fórmula 1, en un domingo donde el Safety Car fue especial protagonista tras entrar en pista en tres ocasiones. Sergio Pérez regaló arrojo y temeridad a partes iguales y Adrian Sutil demostró que se puede adelantar en Mónaco si tus rivales te respetan, haciéndolo por partida doble en ‘Loews’. Vettel y Webber ganaron la partida estratégica a Hamilton, que se quedaba fuera del podio y que tratará este fin de semana de repetir la victoria conseguida en 2008, su año.