Durante la carrera del pasado Gran Premio de Australia, Red Bull vio cómo su piloto, Daniel Ricciardo, era descalificado después de que el equipo hiciera caso omiso de la petición de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) para reducir su flujo de combustible ya que el sensor indicaba que el australiano estaba excediendo constantemente el caudal máximo de 100 kg/h. Red Bull mantuvo su idea de que el sensor estaba suministrando una lectura incorrecta y que Ricciardo estaba cumpliendo con la normativa, algo que no gustó a la FIA.

Tras estos acontecimientos, Eric Boullier, el director de carreras de McLaren, ha confirmado que todos los equipos trabajaron conjuntamente con la FIA durante el invierno para asegurarse de que todo iba según lo correcto:

"Está claro que se planteó con la suficiente antelación. Había un pequeño problema de precisión entre los diferentes sensores, pero hemos estado trabajando en estrecha colaboración con la FIA desde principios de enero para asegurarnos de que entendíamos las necesidades y si podíamos mejorar el sistema. Todos los equipos fueron, obviamente, invitados a trabajar juntos", afirmó.

Y continuó comentando las medidas que la FIA llevó a cabo desde las pruebas de pretemporada y las actuaciones que llevaron a cabo en McLaren para ponerse al día:

"Al final, la FIA tomó una posición en Bahréin en la segunda prueba en la que estaba claro que sensor de flujo de combustible sería la referencia y tenía que ser utilizado, así que sabíamos que había un poco de necesidad de filtrar la señal; había un poco de desviación, y tuvimos que tener cuidado con el flujo de combustible", continuó. Y añadió: "Al final hemos sido totalmente compatibles durante la carrera y todo el fin de semana como la mayoría de los equipos".

Respecto a la polémica con Red Bull, el francés ha preferido no inmiscuirse en el tema y ha afirmado que se centrarán en ellos mismos para no repetir en su equipo algo parecido:

"Para ser honesto tenemos suficiente con lo nuestro y nosotros hacemos nuestro trabajo para cumplir con las regulaciones. Esta es sólo una cuestión que se encuentra entre la FIA y Red Bull y nosotros no queremos comentar nada en absoluto", finalizó.