Después de un sólido viernes, el fin de semana del Gran Premio de Australia fue de mal en peor para el vigente Campeón del Mundo, Sebastian Vettel. Un problema de software durante la calificación hizo que le faltara el ritmo para entrar en la Q3, mientras que su carrera del domingo llegó a un final prematuro cuando se vio obligado a parar su RB10.

Red Bull confirmó más tarde que se trataba de un "fallo de motor", el cual están investigando ahora, según el jefe de operaciones en pista de Renault, Remi Taffin.

"Básicamente, si coges todo su fin de semana, la FP1 fue un buen paso desde Bahréin (las pruebas), la FP2 fue bien, la FP3 fue un paso atrás en la facilidad de conducción y la calificación ha sido un paso hacia atrás (también). Lo hicimos de mal en peor y peor aún", dijo Taffin a Autosport.

"Aceptamos que no tenemos algo lo suficientemente consistente, pero hemos aprendido de nuevo. A veces es difícil escoger estos temas con el mapeo o el software. Hemos trabajado alrededor de este para la carrera, pero Sebastian tuvo una pérdida de poder de aceleración máxima, que vamos a tratar de corregir para la próxima carrera", finalizó.