Las nuevas normas y medidas a las que se sumará la Fórmula 1 el año que viene comienzan a probarse en los motores. Sin embargo, tras las últimas pruebas los equipos están teniendo problemas con la cantidad de combustible que se permite llegar a los motores, según afirma la publicación alemana Auto Motor und Sport.

Con la nueva normativa que entrará en vigor la próxima temporada, los V6 Turbo deben ser abastecidos de combustible a una velocidad preestablecida. Según el corresponsal Tobias Gruner, las pruebas con los sensores para comprobar la carga de combustible en los monoplazas ya se realizaron en los Test de Jóvenes Pilotos pero existen problemas de calibración. “El resultado fue preocupante. En lugar de la desviación máxima permitida del 0.5% del ratio de combustible especificado, el error era en realidad de 1,5%”, señalaba.

Gruner afirmaba que la compañía británica Gill Hyspeed fue la elegida por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para suministrar los sensores del flujo de combustible. No obstante, Hyspeed ha contactado con la agencia de noticias GMM para explicar su relación con los sensores: “El trabajo con Gill en este proyecto finalizó en marzo de 2013”.

Pese a esto, Auto Motor und Sport señala que el 'arreglo' se espera en poco tiempo y se podría probar en los entrenamientos de Pirelli en Vallelunga o en la próxima sesión de entrenamientos del viernes ya que “el banco de pruebas no es suficiente”, según Gruner.

Actualmente se está trabajando para solucionar el problema con el sensor pero, si en última instancia la solución no se considera suficientemente buena, la FIA tendrá que basarse en la información proporcionada por los proveedores de motores de Fórmula 1. No obstante, una vez que los sensores funcionen correctamente, se espera que se suministren a los fabricantes un par de semanas antes del inicio de las pruebas de invierno.