Domingo de carrera en Mónaco. El sol ya ilumina el cielo y los equipos están llegando al paddock. Pero el cocinero de Caterham, Roscoe, ya lleva horas en el circuito. "Siempre somos los primeros en llegar y los últimos en irnos", explica. Y es que durante los días de Gran Premio lo normal es llegar al circuito sobre las 6:30 de la mañana para preparar el desayuno."Durante el día estamos cocinando constantemente". Algo que lleva haciendo más de siete años.
Pero volvamos atrás un año: Gran Premio de China, abril de 2012. Su nombre iba a marcar un antes y un después en la vida de Hamilton…
Martin y Debbie Whitmarsh estaban hablando con Lewis en el Hospitality de McLaren. "Y, de repente", explica Roscoe, "Debbie me llamó para hablar del menú. Dijo, 'Roscoe, podrías…' pero Lewis la interrumpió".
"¿Roscoe? Me gusta ese nombre. Llamaré a mi perro Roscoe", dijo Hamilton. Al principio le pareció solo una broma a Roscoe, pero iba en serio. "Era algo que repetía constantemente, que iba a llamar a su perro Roscoe... ¡Y al final sucedió!" añade el chef.
Así que Roscoe tiene nombre de chef. "Se me hace raro", admite Roscoe (el cocinero), "pero es divertido poder explicar a familiares y amigos que Lewis le ha puesto mi nombre a su bulldog".
Ross "Roscoe" Turner
"ROSCOE, CONOCE A ROSCOE"
Estaba claro que uno de los primeros en conocer a Roscoe el bulldog de Lewis tenia que ser Roscoe el chef. Y así fue. "Lo conocí cuando aún era un cachorro, y había muchas bromas al respecto. Me acuerdo que Lewis se me acercó y me dijo, 'Roscoe, conoce a Roscoe'. Tengo que admitir que pasé un poco de vergüenza, pero fue divertido".
Roscoe ha trabajado con Lewis desde que debutó en la F1 con McLaren en 2007. "Es una gran persona. Tiene mucha presión pero nunca se olvida de saludar. Trabajar junto a él fue genial y, además, ¡tengo que admitir que soy un gran fan suyo!", dice el ahora cocinero de Caterham. Y explica algunas de sus preferencias culinarias: "Hubo una época en la que sólo comía huevos escalfados. Así que para desayunar comía tres huevos escalfados. Y para comer, igual. Pero su plato favorito antes de subirse al coche era arroz frito con pollo. No tiene demasiadas manías. Lo único que tenía que evitar eran las cebollas, pero porque es alérgico a las cebollas. Me gustaba cocinar para él". Y sonríe.
Si tuviera que cocinar para Roscoe, el bulldog, no tendría dudas: "Un suculento bistec". Pero donde de verdad disfruta es en la cocina del motorhome del equipo Caterham. "Cocinar me apasiona. Y hacerlo en la F1 aún más. Selecciono el menú y cocino para gente muy importante. Ésa es la parte glamurosa. Pero es un trabajo duro, muy duro y te tiene que gustar".
Lo que más le gusta de su trabajo en Absolute Taste es el hecho de "poder viajar alrededor del mundo y conocer las diferentes culturas". Eso también le permite vivir experiencias inolvidables, como por ejemplo en Singapur, donde acabó comprando pollo de color negro. "Estaba bueno", asegura. En Japón vio ranas aún vivas listas para ser comidas y en Corea lo que más le sorprendió fue un bar llamado The Dog and Bug Burger Bar – Hamburguesas de perro e insectos."Obviamente la probamos, nos hizo bastante gracia!".
Puede que lo que le cueste más sea levantarse tan pronto cada mañana, pero la sonrisa le vuelve a aparecer en la cara en cuestión de segundos: "Me encanta mi trabajo. El ambiente aquí en Caterham es realmente muy bueno y una vez me he levantado de la cama, sé que va a ser un gran día".
Para Roscoe, en la Fórmula 1 hay que "trabajar duro y divertirse". Y eso es precisamente lo que hace. Esta es su fórmula. La Fórmula Roscoe... el cocinero, ¡no el bulldog!
