Jenson Button, que seguía la estela de Sebastian Vettel, dio un acelerón para calentar sus neumáticos y se encontró con el Red Bull del bicampeón que frenaba más de la cuenta. Por ello, el piloto de McLaren tuvo que cambiar su trayectoria rápidamente para no colisionar.
El británico informó por radio de la acción y tras la carrera, ambos fueron llamados a declarar ante los comisarios para tomar una decisión al respecto. La razón era que Vettel podía estar infringiendo el Artículo 40.5 del Reglamento Deportivo de la F1 en el que consta que "ningún monoplaza puede ser pilotado lentamente de forma innecesaria, de forma irregular o de cualquier otra forma que pudiera considerarse peligrosa para otros pilotos o cualquier persona mientras el coche de seguridad está en pista”.
Finalmente, tras inspeccionar las telemetrías de ambos monoplazas de forma superpuesta, los comisarios no han encontrado ningún indicativo de conducción errática por parte del líder de la carrera. Por otra parte, añadían que, según reza el Artículo 40.13 del Reglamento, el líder de la carrera es el que marca el ritmo.
Por tanto, el resultado permanece inalterado y Sebastian Vettel continúa segundo en el Mundial de Pilotos a 29 puntos del líder, Fernando Alonso.
