Las causas del 'vuelo' de Jean-Eric Vergne después de trompear con su Toro Rosso cuando apenas se había rodado diez vueltas al circuito de Monza no estaban del todo claras: el equipo dudaba entre si había sido un fallo humano de su piloto o si había sido un problema mecánico. Finalmente, y tras una investigación en Faenza, la escudería ha confirmado que fue un fallo en la suspensión trasera del STR7.

"Después de la carrera, concluimos que había sido un fallo en la suspensión trasera", confirma Vergne en la página oficial de Toro Rosso. "Al final, sólo hay que dejarlo como una de esas cosas que suceden cuando estás pilotando".

Afortunadamente, el piloto francés 'aterrizó' tras salirse de pista en la primera chicane y no sufrió mayor lesión que la de un dolor de espalda. Aunque aún perdura esa punzada, Vergne está seguro de que estará recuperado para el próximo Gran Premio en Singapur.

"Siento un [dolor] bastante fuerte en mi espalda y mi cuello, pero creo que se me pasará durante los próximos días más o menos y seguiré con lo que va a ser un programa muy ajetreado antes de Singapur. Es una pena lo que sucedió. Es fácil decirlo después, pero creo que podríamos haber tenido una carrera bastante buena en Monza".