Octavo en el mundial, Romain Grosjean se ha resarcido de sus dos abandonos consecutivos en Australia y Malasia al terminar entre los seis primeros en las tres carreras siguientes –fue tercero en Bahréin–. Esta constancia le ha permitido ir dando pasos pequeños pero importantes hasta desear el podio: "Siempre es bueno sumar puntos, pero desde luego esperamos más".

En España llegó cuarto, aunque tuvo sus complicaciones: "Las temperaturas más frías no nos ayudan, pero lo mejor es que hemos logrado dos metas entre los cinco primeros, y el coche iba muy bien en la última parte de la carrera, así que intentaremos hacerlo mejor en Mónaco".

Pero Romain tuvo que luchar desde la misma salida, e incluso se tocó con varios pilotos: "Fueron toques muy pequeños que dañaron la placa frontal de mi alerón delantero". Grosjean tuvo que lidiar con un coche complicado hasta que su equipo solucionó las complicaciones: "Desgraciadamente causó unos pequeños daños en los neumáticos delanteros en la primera parte de la carrera, pero hicimos algunos ajustes en el alerón delantero durante una de las paradas, y parece que lo arregló. El equipo hizo un gran trabajo para solucionar el problema. ¡Desde entonces el coche voló!".

El cuarto lugar le supo a poco a Grosjean, que ya pisó el podio en Bahréin, y esa decepción asegura ser motivadora de mejores resultados en el futuro: "Es bueno estar algo decepcionados siendo terceros o cuartos, pues demuestra la confianza que hay en el equipo en que podemos ganar. ¡Habría firmado sin dudar estos dos últimos resultados el año pasado!".

Ahora toca ir a Mónaco, circuito urbano mítico donde no sólo la pista es cautivadora: "Mónaco será, como siempre, especial. El ambiente allí es increíble, y estamos más o menos en Francia, que obviamente para mí está genial. Es casi un gran premio de casa para los pilotos franceses".