El director técnico del equipo Lotus, James Allison, ha anticipado que el monoplaza con el que la escudería gala competirá en la primera carrera de la temporada, que tendrá lugar en Melbourne el próximo 18 de marzo, será "significativamente diferente" al que rodó la semana pasada en el circuito español de Jerez, durante los primeros test de la pretemporada.

En este sentido, James Allison ha señalado que hay "mucho trabajo" antes de la primera cita del Mundial, por lo que ha asegurado que el coche con el que lucharán Kimi Raikkonen y Romain Grosjean incorporará modificaciones en toda una serie de componentes, entre los que ha citado el alerón delantero, el trasero, los sidepods, la tapa motor, el suelo del monoplaza, diversos elementos de la suspensión y algunos pequeños conductos del freno.

Una de las principales novedades del nuevo bólido de la escudería gala respecto a su problemático predecesor es la posición de los escapes, que dejan de soplar hacia la parte delantera del monoplaza y adoptan este año un diseño más convencional.

En una entrevista para la web del equipo, Allison ha explicado: "No tener los escapes sopladores orientados hacia delante ha hecho que el proceso de construcción de esa parte haya sido más simple. Es mucho más rápido preparar el coche cada tarde y dejarlo listo para el día siguiente".

A todo ello ha agregado: "En términos de competitividad y tras analizar el coche en pista, no debería haber habido ninguna dificultad inherente en el coche del año pasado, pero se hizo muy complicado ya que el sistema de escape creaba bastantes problemas aerodinámicos. Así que en ese sentido, el E20 es mejor para trabajar. Eso significa que nuestros ingenieros de carrera pueden dedicarse a los amortiguadores, barras equilibradoras, presiones de neumáticos, cámbers, y demás; todas las herramientas habituales del arsenal de un ingeniero".

Asimismo, Allison también se ha referido al proceso de construcción del monoplaza, en concreto del segundo chasis, que ofrece más facilidades ya que "sólo se trata de copiar lo que has hecho previamente" y, por tanto, "lleva un poco menos de tiempo porque no te encuentras con tantas sorpresas", ha resaltado.

"Cada parte del coche se detalla en un dibujo conceptual, así que lo normal es que todos los subsistemas, como el volante, los frenos o las suspensiones -tanto delanteras como traseras- tengan un dibujo que muestre cómo trabajan y cómo deberían calibrarse. El equipo de carrera luego complementa la información del diseño con una biblioteca de fotos indexada que señala la mejor manera de enrutar los diversos cables y tubos", afirma el técnico.

"No necesitamos ser tan ampulosos como el Manual Haynes, porque los chicos que diseñan el coche están un piso más arriba de los que lo construyen, así que puede establecerse un diálogo en lugar de recurrir a la documentación", ha precisado Allison.

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