El ex piloto de Ganassi y Foyt (Champ Car), Eddie Cheever, cree que la F1 necesita un piloto americano en la parrilla si quiere prosperar en Estados Unidos.

La próxima temporada la F1 volverá a territorio estadounidense por primera vez desde 2007, donde Lewis Hamilton se alzó con la victoria en el Indianapolis Motor Speedway. En 2012 se correrá en la nueva pista construida en Austin (Texas), cuyo contrato con la F1 se extiende hasta el 2021. La carrera podría trasladarse al oeste de Nueva York en un futuro.

Sin embargo, Cheever, el piloto estadounidense con más carreras en F1 -132-, cree que sus compatriotas no se entusiasmarán por las carreras hasta que no haya un piloto de su país compitiendo en la F1, especialmente, tras el daño causado por el fiasco de Michelín en el Gran Premio de Estados Unidos de 2005.

"Pienso que la F1 no puede tener éxito en América sin un piloto americano, aunque hay muchos fans de Ferrari que seguirán el deporte por todo el mundo, además de que también hay fans de la F1 americanos", afirmó Cheever a Sports Illustrated. Asimismo, insistió: "Habría mucho más éxito con pilotos estadounidenses".

"Lo estábamos haciendo bien con Indianápolis hasta el fiasco de 2005. Los aficionados son muy volubles y decidieron no volver", señaló Cheever en alusión al último paso de la F1 por Estados Unidos. En el ya célebre Indygate, todos los pilotos que utilizaban neumáticos Michelín se retiraron tras la vuelta de formación alegando problemas de seguridad. Un fallo en las ruedas de la casa francesa en el paso por la curva 13 provocó temor en estos equipos, por lo que, tras no llegar a un acuerdo decidieron retirarse. De este modo, únicamente siguieron en pista los tres equipos Bridgestone del momento, Ferrari, Jordan y Minardi.

"Solamente un piloto no lo conseguirá" manifestó Cheever. El ex piloto de 53 años sostiene que es necesario que haya algún piloto que suscite interés, y que esté apoyado con un sólido programa de desarrollo.

"Quizás teniendo un piloto en parrilla la F1 se relanzaría en America, ya que muchos pilotos jóvenes quieran serlo. Es un proceso que lleva mucho tiempo, un plan de cinco años, apoyado por una compañía o una fábrica de coches que desarrolle el talento de los jóvenes pilotos".

"La mayoría de los pilotos jóvenes en Estados Unidos quiere ser pilotos de NASCAR y nosotros necesitamos que quieran llegar a la F1", manifestó Cheever.