Robert Kubica se subirá a un F1 este mismo año, aunque es posible que no le veamos hacerlo. Su equipo, Lotus Renault, le va a organizar unos entrenamientos privados, muy probablemente a puerta cerrada, con la idea de chequear la respuesta de su organismo ante las tensiones y esfuerzos propios de pilotar un F1 en un circuito.

Esto es lo que se puede extraer de las declaraciones del director de la escudería, Eric Boullier en declaraciones a F1News.ru, en las que aclara que su recuperación está siendo más rápida de lo previsto, según afirman sus médicos y cuidadores. "A menudo hablamos de Robert", dijo, "se siente bien, pero la rehabilitación de los nervios dañados siempre lleva su tiempo. Creo que al final del verano comenzará la fase final de su recuperación. Después se verá claramente cuándo puede regresar". A todo ello agregó un signo enormemente esperanzador: "Le hemos planeado [pruebas privadas] en otoño".

Se supone que Robert tendrá que hacer estas pruebas con un coche de especificaciones anteriores a la actual temporada, ya que está prohibido rodar con los monoplazas vigentes durante la temporada en curso.