Charlie Whiting ha negado que el cambio en la normativa de los escapes soplados haya sido para frenar la inalcanzable cabalgada de los Red Bull. "Soy consciente de algunas historias que se escriben, pero para ser sincero, [este cambio] no es de carácter político. Se trata de una intervención puramente técnica por nuestra parte y me siento perfectamente cómodo con esto", dijo el delegado técnico de la FIA.

Adrian Newey, Christian Horner y los pilotos del equipo azul han señalado que innovaciones anteriores, como los difusores de doble plano y el F-duct, se prohibieron al final de la temporada y no en mitad de la misma. La FIA consideró en su momento estas piezas clave como legales, mientras que la forma en que se usa no tanto los escapes soplados sino el encendido retardado afecta a la aerodinámica en orden de marcha modificándola, lo que se interpreta como algo indebido y contra el reglamento. "Lo que estamos haciendo es impedir que la gente rompe las reglas existentes", añadió Whiting al respecto.

"No estamos cambiando las reglas, sino que se van a quedar igual", y aclaró que la modificación de los mapas del motor entre la calificación y la carrera no ha sido totalmente prohibida. "[A los pilotos] se les permite cambiar cosas que puedan hacer pulsando un interruptor, en el volante, por ejemplo", dijo, aclarando que esto no podrá ser modificado por medios externos conectados a los monoplazas (es muy frecuente ver ordenadores portátiles conectados a los coches en parrilla, por ejemplo).

El jefe del equipo Mercedes, Ross Brawn, ha respaldado la decisión de Whiting y dijo que probablemente ha impedido que algunos equipos eleven protestas oficiales al respecto dejando clara esta 'interpretación', "y eso no sería bueno para la Fórmula 1. Los comisarios, probablemente, encontrarían un debate bastante difícil de resolver y puede que acabe en los tribunales de apelación y esto no es bueno".