Los ingenieros de la F1 se caracterizan por una creatividad capaz de encontrar vacíos legales en un reglamento que ya de por sí es extremadamente restrictivo. Eso permite que las distintas escuderías desarrollen soluciones, más o menos efectivas, que de convertirs en un éxito son copiadas por el resto de la parrilla. No obstante, en un gran número de ocasiones, dicha innovación se convierte en ilegalidad con el paso del tiempo.

La FIA ha recordado a las doce escuderías que componen el paddock de la categoría reina que al difusor soplado le quedan pocas semanas de vida. Charlie Whinting quiso transmitir la posición de la Federación al respecto a través de una carta, entregada a los equipos ayer por la mañana.

La institución presidida por Jean Todt se reunió con el Grupo de Trabajo de la F1 el pasado jueves para reflexionar sobre los difusores soplados, concretamente sobre los mapas de motor que han desarrollado las distintas escuderías y fabricantes de propulsores.

Finalmente se decidió prohibir su utilización en frenada a partir del GP de Gran Bretaña, que se celebrará del 8 al 10 de julio. "La FIA ha dejado muy clara su posición", dijo Sam Michael, director técnico de Williams.
Los cambios continuarán en la temporada 2012; la Federación ha confirmado que en ningún caso los escapes podrán soplar hacia los difusores el año que viene. "En 2012 los escapes deberán salir por detrás del eje de las ruedas traseras, justo por detrás del difusor", ha revelado Michael. "Esto quiere decir que los gases no podrán influir en el difusor".

La intención original de la FIA era prohibir los difusores soplados antes del GP de España. No obstante, dicha decisión no se materializó para evitar "consecuencias no deseadas". Según Charlie Whiting, "los escapes están ahí para expulsar los gases del motor", tan sólo eso. Whiting se ha amparado en el artículo 3.15 del reglamento para denunciar la ilegalidad de los difusores soplados, ideados por Red Bull.